Este lunes dio comienzo el debate por el
robo ocurrido en febrero de 2012 en una sucursal de la Panificadora Esquel.
Se escucharon los alegatos de apertura en los que el fiscal
relató brevemente al Tribunal los hechos que pretende probar y los defensores
adelantaron que buscarán la absolución de los cuatro acusados por no haber
tenido participación en el violento hecho. El primer testimonio fue el del comerciante
damnificado, evidentemente conmocionado aun al recordar lo sucedido. Durante toda
la declaración estuvo acompañado por una profesional del SAVD que lo asiste
desde que ocurrió el hecho.
El 5 de febrero de
2012, alrededor de las 00:50 horas, un grupo de cuatro personas, una de las
cuales aun no fue identificada, interceptaron al dueño de la panificadora
cuando cerraba el local. Lo golpearon brutalmente, le cubrieron el rostro, lo
ataron y le gatillaron un arma de fuego para amedrentarlo. Luego de hacerse del
botín se dieron a la fuga dejándolo tendido en el piso. Cuando la víctima pudo
liberarse llamó a la policía.
A partir de ese momento se inició una investigación que llevó
a identificar a los imputados.
Raúl Amelio
Payalef, Roberto Alejandro Alegre y Jonathan José Llanquitrú son las personas
que la fiscalía acusa de haber cometido estos hechos. La cuarta persona
imputada es una ex empleada de la panificadora, Silvana del Carmen Rodríguez, que
por aquel entonces mantendría una relación sentimental con Alegre y que según
la tesis fiscal, habría sido quién brindó los datos necesarios a los asaltantes
para que pudieran cometer el hecho.
Por su parte los
defensores Hugo Cancino, Horacio Hernández, Juan Zapata y Esther Cárdenas
anticiparon que pretenden probar la inocencia de sus representados. Todos
alegaron un error de persona, indicando que estos imputados no tuvieron nada
que ver con los hechos que se investigan. También indicaron que lo sucedido
encuadra en el delito de robo y que no corresponde aplicar agravantes. Los imputados
declararon para manifestar que son inocentes, que creen en la justicia y que saben
que finalmente serán absueltos.
El primer
testimonio fue el del comerciante asaltado. Acompañado por la Lic. Luisa Pasquini
del Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito, se sentó frente a los
jueces y las partes, contó todo lo que recuerda de lo sucedido aquella noche y
respondió preguntas. En determinado momento del interrogatorio reconoció a uno
de los imputados como uno de los sujetos que lo asaltaron, el único al que le
habría visto el rostro.
Ocho testigos
estaban previstos para la primera jornada que se extendió por la tarde. Otras ocho
personas asistirían a declarar el martes y quedarían catorce testigos para la
tercera jornada de juicio.