El 20 de septiembre de 2009 perdió la vida el
señor Jorge H. Gordon. Su
salud estaba muy deteriorada desde hacía tiempo, sin
embargo para la familia el desenlace faltar fue causado por una práctica médica
imperita. La investigación de la fiscalía encontró elementos para sostener esa
hipótesis y ahora se debate en juicio si hubo responsabilidad médica o no. La
defensa sostiene que no existió relación causal, pero que además no hay
posibilidades de demostrar científicamente la teoría acusadora.
El caso no es simple
de resolver. El hecho que está bajo la lupa judicial se diferencia a simple
vista del cúmulo de casos que tramitan en estos tribunales: por la naturaleza
de las conductas y por sus protagonistas. El debate se centra en prácticas
médicas y sus consecuencias, acciones y resultados. En esa línea se desarrolla
la prueba de las partes, el objetivo es dilucidar si existió impericia en la
práctica profesional y en tal caso, si esta fue la causante del deterioro en la
salud del paciente que desencadenó en su muerte, o si el deceso fue el
resultado de la evolución esperable en alguien con sus características y
patología previa.
El fiscal del caso es
Martín Zacchino, acompañado en el juicio por el Dr. Hernán Dal Verme. La
querella está representada por el Dr. Hugo Cancino y la Dra. Claudia Mengual
Lozano, la defensa a cargo de los Dres. Graciela Conesa y Ricardo Lens, en tanto
que el Dr. Javier Allende encarna el tribunal unipersonal.
Hasta el momento el
debate se prolongó durante tres extensas jornadas en la que declararon diversos
testigos: familiares, policías y profesionales de la salud. El lunes concluiría
la producción de la prueba y se escucharían los alegatos en horas del mediodía.
En esa instancia las partes presentarán al juez su análisis y valoración de la
prueba. Dos teorías del caso se enfrentarán, ahora con nuevos elementos que no
estaban disponibles en la apertura del juicio.
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