La violencia de género no
comienza con el acto que pone fin a la vida de la víctima, tampoco arranca con
la primera golpiza, ni siquiera con un empujón. Desde antes puede detectarse
una relación violenta y establecer límites a tiempo.
Los números son fríos, por
más que detrás de cada cifra existan historias de dolor, confusión, miedo e
impotencia. Las estadísticas de femicidios en nuestro país son alarmantes,
preocupan y ocupan a organismos estatales y ONGs que trabajan en prevención,
asistencia y sanción de las conductas violentas. Cada vez que se conoce el caso
de una mujer que logró salir de la situación de violencia, independizarse y
rehacer su vida se renuevan las esperanzas. Quienes trabajan con situaciones de
violencia de género suelen sentir que corren atrás de un problema que lleva
ventaja, favorecido por residuos de cultura machista que resiste pese al
desarrollo de la conciencia en materia de derechos humanos.
¿Cómo ganar en esa carrera?
¿Cómo llegar a tiempo, antes
de que el círculo de la violencia se cierre ahogando a la víctima? Más aun ¿Cómo
llegar antes de que nuestro propio hijo, sobrino, ahijado, amigo… se convierta
en victimario?
Lo primero es el ejemplo, los
modelos que tenemos a nuestro alrededor desde niños, el desarrollo de la
autoestima, el respeto por uno mismo y por el otro. Luego la educación
institucionalizada, la escuela. Cuando este proceso falló, todavía no es tarde,
es necesario prevenir socialmente los noviazgos violentos.
¿Cómo darse cuenta a tiempo?
Al menos la mitad de las relaciones
violentas comienzan durante el noviazgo. Celos, control sobre a dónde va y con
quién, humillación, cuestionamientos y presión para separarla/o de sus amigos
son algunas de las primeras manifestaciones.
Las relaciones violentas elevan
el riesgo de embarazo no deseado, uso de sustancias ilegales, suicidio,
desórdenes alimenticios y conductas de riesgo. Los especialistas señalan que
los efectos más comunes son el stress postraumático, depresión, ataques de
pánico, fobias y trastornos del sueño.
La ciudad autónoma de Buenos
Aires realizó en 2015 una campaña para prevenir los noviazgos violentos. Uno de
sus folletos brinda información a los padres para que sepan poner atención a
los indicadores.
Prestá atención si tu hij@:
§ Recibe
llamados que condicionan su estado anímico
§ Se aisla cada
vez más
§ Su pareja
tiene gran capacidad de persuasión y manipulación
§ Acepta cometarios
degradantes y humillantes
§ La persona
con la que sale es controlador/a, celoso/a, posesivo/a
§ Se siente
insegura/o y demuestra dependencia de su pareja
Adónde acudir
Si tenés dudas, estás en una
relación que tiene características violentas o si sospechas que una amiga, amigo,
hijo o alguien que conocés está pasado por esta situación, ponete en contacto
con el Servicio de Adolescencia del
Hospital Zonal de Esquel, Fontana y Don Bosco, Tel. 451230 de 8 a 16 hs.
Otros recursos institucionales:
-
Comisaría de la
Mujer, c/ Libertad y Alsina Tel. 450952
-
Servicio de
Asistencia a la Víctima del Delito, Esquel Av. Alvear 543 Tel. (02945) 451297/1714/1204/1578.
El Hoyo (02944) 471272/3
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