martes, 1 de marzo de 2011

Nuevas causas

DAÑO:
El dueño de un local comercial ubicado en Avda. Ameghino al 1000 de la ciudad de Esquel, denunció que el pasado fin de semana autores ignorados le rompieron la reja tipo malla que protege los ventanales.

ROBO:
Autores ignorados forzaron la puerta de acceso a una iglesia, y sustrajeron un par de parlantes, una consola de sonido y un micrófono con pie. Sucedió entre el domingo y el martes en Avda. Fontana al 1300, Esquel.

LESIONES GRAVES:
El viernes a las 0:35 hs aproximadamente, se juntaron tres amigos en la casa del damnificado. Discutieron y uno de ellos le aplicó una puñalada produciéndole lesiones de carácter grave. Sucedió en Gobernador Costa.

ROBO:
Autores ignorados rompieron una ventana y sustrajeron una garrafa, una hornalla, dos rollos de alambre y un reflector. Sucedió entre el sábado y el lunes en Costa de Lepá.

Estafas y hurto


EL IMPUTADO REPARÓ PERO IGUAL VA A JUICIO

La Fiscalía lo acusa de haber estafado a una Hostería de la ciudad de Esquel, de haber hurtado un monitor y dinero de la recaudación de ese establecimiento y de haberse dado a la fuga sin pagar la carga de combustible en una estación de servicio de esa misma ciudad. César Alejandro Hernández, quien cumplió con prisión preventiva luego de su detención, luego recuperó la libertad y por no presentarse a una audiencia volvió a cumplir prisión preventiva, reparó integralmente a las dos víctimas, ofreció prueba para su descargo en juicio y nuevamente obtuvo la libertad, mientras espera que se designe al tribunal y se fije el debate. Mientras tanto la Fiscalía rechazó el pedido de su abogado requiriendo que se le restituya el vehículo que permanece secuestrado.

Este lunes el imputado reparó a sus dos víctimas por la totalidad de los perjuicios causados con las conductas por las que ahora el Ministerio Público Fiscal lo acusa. En la audiencia preliminar, luego de que el juez, Javier Allende, rechazara los planteos de nulidad del defensor Hugo Cancino, el fiscal Fernando Rivarola presentó la prueba incriminatoria la que fue íntegramente aceptada por la defensa. Por su parte el defensor adhirió a la prueba del Ministerio Público Fiscal y añadió testigos que intentarán acreditar que Hernández iba a recibir dinero por aquellos días con el que tenía previsto cancelar la deuda contraída durante su alojamiento en Esquel, así como dilucidar cuál es el nombre de la calle en la que está su vivienda en Comodoro Rivadavia, un aspecto que fue ponderado al fijarse su prisión preventiva por riesgo de fuga.

La libertad sí, pero el auto no

Rivarola no se opuso al pedido de libertad realizado por Cancino. El fiscal entendió que la conducta del imputado, reparando plenamente a sus víctimas pude ser tomada en su favor como un indicador de su voluntad de someterse a la justicia. Hernández no pudo acceder a una solución alternativa como lo es la conciliación porque cuenta con antecedentes condenatorios. En casos similares, con el acuerdo de la víctima, frente a la reparación en el marco de una conciliación, el imputado accede a un sobreseimiento.
Sin embargo el fiscal entendió que subsisten los motivos para mantener secuestrado su vehículo. En primer lugar porque el automóvil puede ser considerado como un medio utilizado para consumar algunos de los delitos por los que se lo acusa y por lo tanto, en caso de condena, podría quedar en manos de la justicia. Por otro lado, existe un pedido para que se realice la inspección técnica del rodado ya que se sospecha que podría tratarse de un automóvil robado.

Los hechos

El 10 de diciembre de 2010 a las 2:30 hs. aproximadamente, Hernández pidió un tostado al único empleado presente en la hostería Cumbres Blancas. Aprovechando su ausencia se hizo de una pantalla plana Samsung de 17’, una caja metálica color naranja conteniendo la recaudación del comercio con la suma de $ 300 aproximadamente, y un sobre plástico con documentación. Casi todos estos elementos fueron hallados en el interior del vehículo del imputado cuando se lo aprehendió momentos después del mediodía.
El segundo de los hechos por el que lo acusa la Fiscalía es la estafa cometida al alojarse entre el 6 y el 10 de diciembre en aquella hostería junto la mujer y su hija. Durante ese tiempo consumió todo tipo de alimentos y bebidas y realizó llamadas telefónicas, aparentando todo el tiempo solvencia y acumulando una deuda $ 3.757. La mañana del 10 de Diciembre, luego de que fuera entrevistado por personal policial en el marco de la investigación un presunto hurto ocurrido en el lugar, se retiró sin abonar lo adeudado al personal de la hostería.
Luego de esto, a las 12 hs. Hernández se dirigió a bordo de su Fiat Uno a la estación de servicio Best & Best ubicada en Fontana y Ameghino. Allí, como cualquier cliente solicitó al playero que le llenara el tanque de su vehículo, cuando la carga estuvo completa le explicó al playero que se estacionaría a un costado para pagar, pero al arrancar el auto se dio a la fuga.
Estos hechos fueron calificados por Rivarola como constitutivos de los delitos de estafa, dos hechos, en concurso real con hurto.