lunes, 29 de agosto de 2011

Homicidio culposo de Rocha

ALEGARON SOBRE LA RESPONSABILIDAD

Este lunes se llevaron a cabo los alegatos de las partes en el juicio por el homicidio culposo de Aldo Rocha. Los hechos no se discutieron, los resultados de las pericias tampoco, ni la ingesta etílica del imputado aquella madrugada, ni ninguna de las contravenciones a las normas de tránsito que se mencionaron, tanto en cabeza de Castillo como del propio Rocha. Mientras que para el Ministerio Público Fiscal es indiscutida la responsabilidad de Castillo, la Defensa Pública basó su tesis en que la responsabilidad recae principalmente en la víctima. La sentencia se conocerá el lunes 5 de septiembre a las 13:30 hs. en la Sala 1.

AUDIO Alegato fiscal, Fernando Rivarola
AUDIO Hermana de Aldo Rocha
AUDIO Alegato de la defensa, Marcos Ponce

Fernando Rivarola se concentró en fundamentar por qué, y pese a que la víctima transitaba sobre la calzada, la responsabilidad del choque fue del conductor. El consumo de bebidas alcohólicas por parte de Castillo, el estado del rodado, la falta de seguro, y la alta velocidad a la que circuló pese a todo, fueron los principales puntos planteados.

Su fin era llegar a casa

Por tratarse de un delito de los llamados culposos, desde el comienzo estuvo claro que el imputado no quiso atropellar a Rocha, ni mucho menos su muerte. Aquí no hubo intencionalidad, “la finalidad de su accionar no era matar en el camino a Aldo Rocha y probablemente ni se haya representado esa posibilidad porque si no la imputación hubiera sido otra, su finalidad era llegar al domicilio con su hija. Al hacerlo violó el deber de cuidado exigible para con terceros”, apuntó el fiscal.

Una moneda de dos caras

Punto por punto pudo verse en este caso como la teoría de la acusación y la de la defensa contrastaron sus interpretaciones en base a los mismos datos. Uno de los puntos de divergencia estuvo dado por la incidencia del alcohol en el hecho. Fernando Rivarola explicó como el grado de alcohol con el que Adolfo Castillo salió del bar y condujo hasta su vivienda no puede más que valorarse como un elemento en su contra por su imprudencia, y por cómo juega este elemento frente al resto de los comportamientos imprudentes que tomó aquel 11 de septiembre. Por su parte Marcos Ponce, precisó que si bien no puede sostenerse que su defendido estuviese en un estado de ebriedad absoluto, sí es cierto que era bastante para afectarle el sentido de la vista y también la motricidad. A criterio de la defensa esto le impidió ver a Rocha y maniobrar para esquivarlo.

La velocidad

Con la velocidad de manejo pasó otro tanto. Si bien la pericia arrojó como dato de velocidad mínima de circulación 89,6 km/h, la fiscalía consideró que la velocidad real de circulación podría ser bastante superior y no sería descabellado estimarla en 120 km/h. Sin embargo la defensa señaló que siendo esa marca el único dato objetivo debe considerarse que Castillo conducía a 89,6 km/h.
Rivarola recordó que en la época del accidente no había señalización en esa ruta, solo existía en un punto un cartel poco visible, de madera pintado con letras rojas, que alertaba de la presencia de baches e imponía una velocidad máxima de 20 km/h. Sin embargo por tratarse de una zona semiurbana la velocidad debía presuponerse disminuida. Con posterioridad al hecho fue colocada cartelería que determina una máxima de 60 km/h. Ponce partió de la inexistencia de carteles y de lo que establece la normativa para una zona rural, dando como máxima velocidad permitida la de 110 km/h.
Pero en este punto lo que el fiscal remarcó es que la velocidad máxima es en todos los casos aquella que le permite al conductor mantener el dominio total del vehículo, teniendo en cuenta su salud y las condiciones exteriores. Esto es lo que no tuvo en cuenta Castillo a criterio del fiscal.

No frenó

Una pizarra colocada frente al escritorio de la defensa permitió que ambas partes grafiquen algunos aspectos de sus teorías. Ponce buscó allí demostrar como si Rocha no hubiera transitado sobre la ruta el accidente nunca hubiera ocurrido, Castillo hubiera llegado a su vivienda de la misma manera y sin nada que lamentar. Sin embargo, desde esta postulación, si Castillo no hubiera salido esa noche de su casa, Rocha podría haber corrido la misma suerte con cualquier otro automovilista ya que se colocó en peligro. En este sentido resaltó que no solo no circulaba por la banquina y en sentido contrario al de los autos, sino que tampoco llevaba ninguna prenda refractaria que facilitara la detección de su presencia.
Al momento de hacer su réplica el fiscal también dibujó. Y lo que mostró en la ilustración fue lo que no pasó, lo que no se encontró en la escena del hecho y que si lo hubiera encontrado también él podría tener una posición diferente frente al caso. Huellas de frenadas. Castillo no frenó, no esquivó y no se detuvo. Aunque no hubiera visto antes a Rocha, una vez que lo embistió supo que había atropellado a una persona y no paró para auxiliarlo.
Las pericias de frenado dan cuenta de que en poco más de 30 mts. el rodado frena marchando a una velocidad de 120 km/h. Rocha podía ser visualizado a 100 mts. en esas condiciones de nocturnidad, pero el conductor por “su alta negligencia e imprudencia provocó este resultado y por él debe responder”, concluyó el fiscal.
El lunes próximo el juez José Colabelli leerá la sentencia.

Nuevos hechos

ROBO:
Autores ignorados sustrajeron, previo cortarlo, un hilo de 10 mts. de alambre. Sucedió en un establecimiento de Villa El Blanco, Cholila.

ROBO:
Autores ignorados rompieron una ventana lateral de la iglesia católica de Cholila y sustrajeron un reloj de pared, un cuadro, cuchillos varios y alimentos no perecederos. Sucedió entre el viernes y el sábado.

DAÑO:
Un vecino del Barrio Malvinas (Esquel) denunció que le rompieron un vidrio del frente de su vivienda, sucedió el jueves a la madrugada.

DAÑO:
Uno de los internos de la Comisaría Segunda denunció que se encontraba en la sala de visitas con su familia, cuando otro interno intentó prender fuego la celda. Sucedió el sábado a las 14:30 hs.

HURTO:
Un vecino de Esquel denunció que le sustrajeron una bicicleta Zenith de la vereda. Sucedió el sábado entre las 20:30 y las 21 hs. en Alvear al 700.

ROBO:
Autores ignorados rompieron el cristal derecho de un vehículo y sustrajeron un estuche con documentación personal y del rodado.

HURTO:
Un camión quedó estacionado en un aserradero entre el 19 y el 20 de este mes. Autores ignorados aprovecharon que estaba abierto para sustraer un criquet, una pinza y un destornillador. Sucedió en Sarmiento al 100, Esquel.