martes, 26 de mayo de 2015

Juicio por el homicidio de Segundo Javier Rojas

Fiscalía y querella llegaron a juicio con diferencias en la calificación legal, mientras que para la Fiscalía se trató de un homicidio simple, la querella llevó la hipótesis del homicidio calificado por alevosía. El defensor se opuso a la calificación del querellante por considerar que la descripción del hecho no contiene los requisitos del agravante. El tribunal le dio la razón al defensor Bruno Deias, aclarando que si en el transcurso del debate surgen elementos que den cuenta de un homicidio agravado, deberá mutarse la calificación legal, otorgando a la defensa el tiempo previsto por el Código para presentar nueva prueba.

La fiscal Fernanda Révori abrió el debate relatando el derrotero de la madrugada del 4 de mayo de 2014 que finalizara con la muerte violenta de Rojas. Los investigadores dieron cuenta de una secuencia que se inició en un bar en el que se encontraron el imputado y su grupo con la víctima, luego se dirigieron a la casa de los hermanos Lara en el barrio Estación. Aproximadamente a las 5 hs. los cuatro sujetos salieron caminando de la vivienda luego de beber y escuchar música. Cuando llegaron a la intersección de las calles Robert y Urquiza, por razones que se desconocen se produjo una discusión entre los hermanos Lara y Segundo Javier Rojas. En ese contexto el imputado lo habría agredido con intenciones de darle muerte, mediante golpes de puño, piedras y puntapiés en la zona del rostro y la cabeza,  provocándole múltiples lesiones. A raíz de los golpes la víctima padeció un severo trauma de cráneo, un edema cerebral y como consecuencia de ello su deceso por paro respiratorio.
Rojas tenía un retraso madurativo importante, tanto la Fiscalía como la querella sostienen que esto le impidió evitar el trágico resultado.

El abogado Juan Zapata hizo hincapié en que el imputado conocía a Rojas, había tenido problemas con anterioridad con el hermano de este y que decidió darle muerte a él por su vulnerabilidad causada por su condición madurativa y por el consumo de alcohol.

Bruno Deias anticipó que su caso pretende demostrar que la participación de Pablo Lara en la agresión no fue la causante de la muerte de Rojas. Para la defensa, existió una agresión previa por Sayucheque, Lara solo lo habría golpeado una vez y no habría sido ese golpe el que le quitó la vida. “De suprimirse la intervención de Lara en este último tramo, igual se produciría el mismo resultado”, sostuvo Deias.

El imputado prestó declaración, aunque solo respondió preguntas de su defensor. Relató lo sucedido aquella noche. Habló del rato que pasaron juntos en su casa, de la bebida, de la música y de un suceso que habría despertado la ira de Sayucheque. Dijo que el agresor le pegó patadas a la víctima en la cabeza. Luego salieron a la calle, vio que estaban peleando e intervino él, pero solo golpeándolo en el estómago y se fue.


Si el juicio avanza según lo previsto, las declaraciones testimoniales podrían concluirse en dos jornadas.