viernes, 28 de marzo de 2014

En juicio se busca dilucidar si una mala praxis provocó la muerte de un paciente

El 20 de septiembre de 2009 perdió la vida el señor Jorge H. Gordon. Su
salud estaba muy deteriorada desde hacía tiempo, sin embargo para la familia el desenlace faltar fue causado por una práctica médica imperita. La investigación de la fiscalía encontró elementos para sostener esa hipótesis y ahora se debate en juicio si hubo responsabilidad médica o no. La defensa sostiene que no existió relación causal, pero que además no hay posibilidades de demostrar científicamente la teoría acusadora.

El caso no es simple de resolver. El hecho que está bajo la lupa judicial se diferencia a simple vista del cúmulo de casos que tramitan en estos tribunales: por la naturaleza de las conductas y por sus protagonistas. El debate se centra en prácticas médicas y sus consecuencias, acciones y resultados. En esa línea se desarrolla la prueba de las partes, el objetivo es dilucidar si existió impericia en la práctica profesional y en tal caso, si esta fue la causante del deterioro en la salud del paciente que desencadenó en su muerte, o si el deceso fue el resultado de la evolución esperable en alguien con sus características y patología previa.

El fiscal del caso es Martín Zacchino, acompañado en el juicio por el Dr. Hernán Dal Verme. La querella está representada por el Dr. Hugo Cancino y la Dra. Claudia Mengual Lozano, la defensa a cargo de los Dres. Graciela Conesa y Ricardo Lens, en tanto que el Dr. Javier Allende encarna el tribunal unipersonal.

Hasta el momento el debate se prolongó durante tres extensas jornadas en la que declararon diversos testigos: familiares, policías y profesionales de la salud. El lunes concluiría la producción de la prueba y se escucharían los alegatos en horas del mediodía. En esa instancia las partes presentarán al juez su análisis y valoración de la prueba. Dos teorías del caso se enfrentarán, ahora con nuevos elementos que no estaban disponibles en la apertura del juicio.