viernes, 26 de septiembre de 2008

Encubrimiento

DOS JUEZAS REVOCARON LA PRISIÓN PREVENTIVA DE LOS IMPUTADOS

Consideraron que el delito de encubrimiento es un delito autónomo y que los argumentos dados no son suficientes para considerar un real peligro de entorpecimiento en relación al hecho por el cual fueron detenidos. La falta de vinculación concreta, mediante una imputación, de los imputados a los otros procesos que se pretendió encubrir, llevó a que estas magistradas no consideren procedente la prisión preventiva y dispongan la inmediata libertad de los detenidos. Recordemos que se trata de los sujetos que ingresaron a la vivienda de una mujer del Barrio Los Sauces en busca del arma (robada) que habría escondido allí el imputado en el robo agravado a un complejo de cabañas de Esquel.


La audiencia se realizó este mediodía (viernes) a pedido del Defensor Javier Allende, quien protagonizó fuertes cruces argumentativos con el Dr. Fernando Rivarola, representante del Ministerio Fiscal junto al Dr. Raúl Camerlo. Dos magistradas, las Dras. Nelly García y Carina Estefanía tuvieron a su cargo la revisión de lo resuelto un día atrás por otra Jueza. Ellas rechazaron la idea que, por ser el encubrimiento un delito que necesariamente remite a otros delitos, esto lleve a vincular también a los autores de éste con algún tipo de responsabilidad en el delito encubierto, suficiente como para fundamentar una medida de coerción.
Por este entre otros fundamentos y pese a la argumentación Fiscal planteando la necesidad de cautelar el conjunto de procedimientos que pretenden esclarecer hechos delictivos que aparecen con cierto hilo conector, las juezas resolvieron acorde a la petición de la Defensa..

El hecho

Los sujetos habrían entrado a una vivienda cuando no estaban sus propietarios, luego de romper una ventana lateral correspondiente a un dormitorio. Buscaban algo y se abocaron a esa búsqueda en todas las dependencias de la morada, cuando llegó la dueña de casa con su hijo de cinco años. La sorprendieron los intrusos, uno descendió de la planta alta, el otro salió de otro sector de la planta baja de la vivienda. Llevaban guantes y estaban descalzos. Trataron de tranquilizar a la mujer diciéndole que no iban a robarle nada, sino que simplemente iban a recuperar un arma de fuego que había dejado un amigo. La mujer estaba evidentemente shockeada pon la situación, amedrentada y a merced de los malhechores.Los sujetos mantuvieron una conversación telefónica con otro individuo que les daba indicaciones sobre el lugar donde estaría oculta el arma que buscaban. El interlocutor quiso comunicarse con la dueña de casa. Ella lo conocía bien, era el albañil que estuvo trabajando en su casa durante ocho meses, un empleado con el que había establecido lazos de confianza. Lo llamativo es que el sujeto está detenido en una dependencia policial, con prisión preventiva en relación al robo agravado a un complejo de cabañas de la ciudad de Esquel. En la charla, este le explicó lo que hacían esos dos sujetos en su vivienda, lo que estaban buscando y que a ella no le ocurriría nada.La victima se descompensó, su hijo de cinco años salió corriendo a pedir ayuda a vecinos. Uno de los intrusos se preocupó por el estado de la mujer y prestó su ayuda todo el tiempo, incluso le ofreció un medicamento tranquilizante que el mismo consume para que logre calmarse y sentirse mejor y la ayudó a subir al vehículo del vecino con el que la trasladarían al hospital. Luego de esto se dieron a la fuga.

El teléfono

Si bien en una primera requisa no apareció el teléfono desde el que se habría comunicado el detenido desde la Comisaría Segunda con sus secuaces, en una nueva requisa, realizada un día después, sí se lo pudo hallar.

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