viernes, 19 de septiembre de 2008

Robo agravado a despensa

QUEBRADO, EL MENOR LE PIDIÓ PERDÓN A LAS VÍCTIMAS Y ACEPTÓ LA CONDENA

El imputado por el robo a mano armada con cuchillo, ocurrido en enero de este año, reconoció su responsabilidad en el hecho y pidió “de corazón” disculpas a sus víctimas. Sucedió en una audiencia realizada este mediodía (viernes), donde por el mecanismo de juicio abreviado y por tratarse de un menor de edad, se le impusieron medidas tutelares por dos años. Las víctimas pudieron expresarle lo que significó ese hecho delictivo en sus vidas e instarlo a reflexionar, al igual que el Juez, le pidieron al adolescente que piense como se sentiría si en lugar de ellos, aquella tarde, la asaltada fuera su madre. Quebrado, el imputado manifestó su arrepentimiento y pidió que entiendan que fue un “error de pendejo”.

El 19 de enero de este año, a la hora de la siesta, entre las 15 y las 16 hs., un chico que entonces tenía 16 años, acompañado de otros dos aun no identificados, entró a una despensa denominada El Gallego, en calle Saenz Peña y Pasaje Pacheco de Esquel, con la intencionalidad de cometer un robo. El comercio estaba abierto, los jóvenes habían permanecido en la vereda, controlando el movimiento del lugar. El imputado entró primero como un cliente más a comprar unos cigarrillos y chicles, y luego se quedó en la puerta a manera de campana. Los otros dos ingresaron portando cuchillos, redujeron a los propietarios, los amenazaron con matarlos si no les entregaban el dinero. Uno tomó a la mujer por atrás, poniéndole el cuchillo al cuello mientras el otro, apuntando al marido de esta, le exigía la recaudación. Con esa estrategia se hicieron de $500 y se dieron a la fuga.
El, hasta ahora, único imputado fue acusado y finalmente condenado como coautor de robo doblemente agravado por ser cometido con arma y en poblado y en banda, tal como lo requirió la Dra. Fernanda Révori del Ministerio Público Fiscal.

El acuerdo

El joven, ahora con 17 años, aceptó su responsabilidad y la imposición de una condena en los términos de la ley penal de menores (Nº 22.278), por tratarse de un menor imputable. De este modo aceptó también que se le aplique un paquete de normas tutelares que implican un cierto régimen de libertad asistida, con diversas restricciones, entre ellas la prohibición de salir de noche sin el acompañamiento de su madre o un adulto responsable, prohibición de acercamiento a las víctimas del hecho, de consumir en exceso bebidas alcohólicas; hasta una serie de actividades formativas, todo esto por un plazo de dos años. Durante este tiempo el COSE tendrá cierta supervisión del cumplimiento y transcurrido el plazo se realizará una nueva audiencia para constatar si se cometió alguna falta. El Juez le especificó al joven que en caso de incumplir alguna de las medidas, esto se le imputará como un nuevo delito, además de complicar su situación en el marco de la propia condena en cumplimiento.

Amonestado

Jorge Criado, tal como prevé la ley, reprochó con una amonestación el accionar reconocido por el imputado. “Están las víctimas presentes acá… tenga usted la disposición de imaginar que hubiera sido su madre la que atendía ese comercio y que llega gente y procede de la manera en que procedieron usted con sus compañeros, apuntándola con un arma, poniéndole el arma en el cuello, amenazándola de muerte y procediendo a retirarle elementos como el dinero o cual fuere, que eran de su propiedad y procedentes del trabajo lícito. Entonces usted tiene que hacer ese ejercicio mental, a la edad que tiene, para darse cuenta de que esto no está bien. Esto de la amonestación no es (para) que a usted le entre por un oído y le salga por el otro, sino no tiene objeto que la ley lo determine de esta manera, y creo que el descrédito que tiene la sociedad hoy en día de la ley penal, es porque no se hacen satisfactoriamente este tipo de admoniciones. Usted sepa que si no cumple lo que yo le impongo estaría generándose usted mismo una responsabilidad mayor en esta actuación y en las que vengan después”, planteó el magistrado, solicitándole que se dé vuelta, mire de frente a las víctimas presentes, y les pida sinceras disculpas.

Un error de pendejo

“Yo de corazón señores, con la mano en el corazón, les pido disculpas si le hicimos pasar un mal momento, si les hice pasar un mal momento, en frente de mi mamá, de mi hermana y de todos ustedes…”, reconoció el imputado en el marco de lo que se convirtió en un breve diálogo con las víctimas.
- Yo sé que fue una macana lo que hice, o lo qué…
- ¿Vos te das cuenta que nos cagaste la vida, no?
- Ya le dije, pero es, es un error, un error de pendejo
- Dale capo…
El cruce verbal fue interrumpido por el Juez que les pidió a los protagonistas de la historia juzgada que no dialoguen entre sí, que cada uno hable a su turno.
El imputado continuó:
- Yo sé que hice mal – dijo quebrado el joven – se… yo sé… a la señora la he visto porque viven cerca de la escuela que yo voy… y la he visto pasar varias veces y no le hago nada, porque no le hago nada… porque si es otro y voy y lo paro y le pongo… y no, no es así, yo esto arre-pen-ti-do los dejo pasar y no les digo nada. – el Juez volvió a realizar una observación para que no se produzca un diálogo, sino que se mantengan los turnos para hablar – porque yo no he… los he visto pasar yo y que hago yo, no es como dicen ahí que voy a volver y los voy a matar, no es así…
- Vos ponete en mi lugar – dijo la dueña del comercio robado – que en vez de haber sido yo hubiera sido tu mamá, hubiera sido tu papá, hubieran sido tus hermanos, que están acá mirando en este momento, y le hacés una cosa de esas. Tenés 17 años, no te ponés a pensar cuando tengas 25, 30… Y nosotros estamos, yo le había pedido a la Fiscal que la decisión la tomara ella… Si no aprovechás esta oportunidad, esta oportunidad que te están dando, vas a volver a caer…
- Por eso lo estoy haciendo señora – dijo el chico entre lágrimas.

El Juez interrumpió, entendiendo que había sido suficiente y le dijo al imputado que considera valioso que escuche lo que sienten las víctimas “porque yo creo que a la edad que vos tenés mucho del desarrollo tuyo tiene que ver con el grado de educación que tenés y por otra parte pareciera que la juventud en esta época vive como en una película y que no tuviera consecuencias. Todo lo que vos hagas tiene consecuencias. Y vos pensá que lo que haga otra gente, mañana vos podés ser la víctima de lo que está pasando, en este caso te ha tocado estar del otro lado”. Criado consideró que las disculpas del imputado fueron sinceras, “mas allá que las pueda aceptar moralmente la familia” de las víctimas.

Las medidas

La resolución dispuso que el chico continúe con la actividad escolar, además de imponérsele que no podrá salir mas allá de las 21 hs. sin la compañía de su madre o de algún adulto responsable y no podrá acercarse, por ningún motivo, a menos de 100 mts. de las víctimas del hecho. Tampoco podrá asistir a locales comerciales en los que se expendan bebidas alcohólicas, ni consumirlas en exceso. Tal como solicitó la Dra. Fernanda Révori, del Ministerio Fiscal, el joven será acompañado por un programa de libertad asistida a cargo de profesionales del COSE, en caso de considerarse necesario este acompañamiento podría extenderse a su familia. Parte de las medidas a cumplir, lo será el tratamiento psicológico que ya viene realizando el chico. El Juez dijo que solo a él se lo puede imponer, pero sería bueno que se tratara de manera conjunta con su madre en el marco de una terapia familiar.
Las medidas tienen un plazo de dos años, luego del cual se realizará una nueva audiencia para constatar si se cumplió con todo lo impuesto.
Participó también de la audiencia la Asesoría de Menores.

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