SI ES RETICENTE… MARCHE PRESO
El imputado es investigado por una presunta estafa y hurto de un monitor a una hostería de la ciudad de Esquel, y otra estafa a una estación de servicio. El Juez de la causa dispuso la prisión preventiva por diez días y luego esta medida fue renovada. En la audiencia del 14 de enero, pedida por el Defensor, el magistrado dispuso la libertad con la obligación de mantener el domicilio y presentarse periódicamente en la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia. La Fiscalía solicitó la revisión, el imputado no se presentó a la audiencia y varios días después de disponerse su captura por el Tribunal, se presentó en Esquel, se realizó la audiencia y quedó nuevamente en prisión preventiva.
Las idas y vueltas de la causa fueron muchas durante el mes de enero. Todo comenzó cuando, antes de vencido el plazo de la prisión preventiva el Defensor, Hugo Cancino solicitó la realización de una audiencia para requerir la libertad de su defendido. Pese a la oposición de la Fiscal María Bottini, el magistrado ponderó lo expuesto por la Defensa y le otorgó la libertad a Hernández con el compromiso de presentarse en la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia y mantener su domicilio. Para lograr esto la Defensa llevó como testigo del arraigo del imputado a la madre de este, y también habló de la intención de Hernández de reparar a la víctima, arribando a una conciliación, cuestión que no se pudo alcanzar porque la víctima no se conformó con el ofrecimiento. El Juez Ricardo Rolón entendió que en ese estado de cosas, y considerando que se trata de una causa con posibilidades de finalizar en una conciliación con el consecuente sobreseimiento del imputado, no podía sostenerse una prisión preventiva.
Los incumplimientos
La Dra. Bottini consideró que el Juez ponderó de modo equivocado los argumentos vertidos en la audiencia y que existe un real peligro de fuga del imputado. Por este motivo solicitó la fijación de una audiencia de revisión, la que debía realizarse el 19 de enero. A la audiencia asistieron las partes, incluida la víctima, también los Jueces, pero no el imputado. El abogado defensor manifestó que había recibido un mensaje de César Alejandro Hernández el día anterior diciéndole que estaba en camino, pese a que con anterioridad le había trasmitido que no tenía dinero para trasladarse a Esquel, que había solicitado los pasajes en la Oficina Judicial y le dijeron que no se hacían cargo de los gastos de los imputados. Transcurrió toda esa mañana en espera del imputado, pero como este nunca llegó los magistrados decretaron su rebeldía y dispusieron su captura autorizando a la policía a allanar el domicilio suministrado por Hernández, en caso de ser necesario. Desde entonces hasta el pasado viernes no se tuvieron noticias de su paradero. Ese día el Defensor se presentó aportando un certificado de salud en el que se acreditaba que el imputado padeció una lumbociatalgia desde aquella fecha y que por eso no se pudo presentar. Este lunes se realizó la audiencia de revisión con la presencia del acusado.
Cruce de argumentos
El Defensor presentó tres recibos de pago, presuntamente de alquileres por un local, aunque estos recibos, fechados en 2009 no especifican a qué responden, ni tampoco resulta legible la firma que en ellos figura. También presentaron fotos del mencionado local y argumentaciones sobre el arraigo de Hernández a la ciudad de Comodoro Rivadavia. El imputado habló y dio sus explicaciones. Sostuvo que cuando se enfermó se fue a vivir a la casa de su madre porque él vive solo y que perdió el celular, entre otros diversos argumentos tendientes a contrarrestar los planteos de la Fiscalía.
La Dra. Bottini sostuvo su planteo solicitando que se revea la medida y regrese a cumplir prisión preventiva ya que los peligros procesales aún subsisten. Para la representante del Ministerio Fiscal el problema de salud del imputado no era lo suficientemente grave como para que este no realizara un llamado telefónico a la Oficina Judicial informando de su situación y solicitando autorización para cambiar de domicilio.
Recordemos que Hernández estuvo vinculado a otras causas penales en las que también se dictó orden de captura, aunque con menor suerte, los delitos prescribieron antes de que pudieran encontrarlo.
Cautelado
El Tribunal integrado por los Dres. Javier Allende y Carina Estefanía resolvió revocar la decisión del Juez Rolón y disponer la prisión preventiva de Hernández en la Comisaría Primera con posibilidad de trasladarlo a alguna delegación policial de Comodoro Rivadavia.
Los magistrados argumentaron que comparten con Rolón que el arraigo se encuentra demostrado, aunque es evidente la conducta reticente del imputado a presentarse cuando la Justicia lo convoca. Indicaron también que es llamativa la coincidencia de la fecha del certificado médico con la comunicación que Hernández había mantenido con su abogado diciéndole que estaba en viaje. Además señalaron que les pareció banal el argumento de la pérdida del celular como impedimento para comunicarse con la Oficina Judicial. Del mismo modo computaron en su contra el cambio de domicilio sin previo aviso, así como la demora en la informar de su estado de salud lo que impidió que se dé intervención al Cuerpo Médico Forense para verificar tal estado.
La prisión preventiva fue dictada hasta la realización de la audiencia preliminar, instancia en la que será revisada.
El imputado es investigado por una presunta estafa y hurto de un monitor a una hostería de la ciudad de Esquel, y otra estafa a una estación de servicio. El Juez de la causa dispuso la prisión preventiva por diez días y luego esta medida fue renovada. En la audiencia del 14 de enero, pedida por el Defensor, el magistrado dispuso la libertad con la obligación de mantener el domicilio y presentarse periódicamente en la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia. La Fiscalía solicitó la revisión, el imputado no se presentó a la audiencia y varios días después de disponerse su captura por el Tribunal, se presentó en Esquel, se realizó la audiencia y quedó nuevamente en prisión preventiva.
Las idas y vueltas de la causa fueron muchas durante el mes de enero. Todo comenzó cuando, antes de vencido el plazo de la prisión preventiva el Defensor, Hugo Cancino solicitó la realización de una audiencia para requerir la libertad de su defendido. Pese a la oposición de la Fiscal María Bottini, el magistrado ponderó lo expuesto por la Defensa y le otorgó la libertad a Hernández con el compromiso de presentarse en la Oficina Judicial de Comodoro Rivadavia y mantener su domicilio. Para lograr esto la Defensa llevó como testigo del arraigo del imputado a la madre de este, y también habló de la intención de Hernández de reparar a la víctima, arribando a una conciliación, cuestión que no se pudo alcanzar porque la víctima no se conformó con el ofrecimiento. El Juez Ricardo Rolón entendió que en ese estado de cosas, y considerando que se trata de una causa con posibilidades de finalizar en una conciliación con el consecuente sobreseimiento del imputado, no podía sostenerse una prisión preventiva.
Los incumplimientos
La Dra. Bottini consideró que el Juez ponderó de modo equivocado los argumentos vertidos en la audiencia y que existe un real peligro de fuga del imputado. Por este motivo solicitó la fijación de una audiencia de revisión, la que debía realizarse el 19 de enero. A la audiencia asistieron las partes, incluida la víctima, también los Jueces, pero no el imputado. El abogado defensor manifestó que había recibido un mensaje de César Alejandro Hernández el día anterior diciéndole que estaba en camino, pese a que con anterioridad le había trasmitido que no tenía dinero para trasladarse a Esquel, que había solicitado los pasajes en la Oficina Judicial y le dijeron que no se hacían cargo de los gastos de los imputados. Transcurrió toda esa mañana en espera del imputado, pero como este nunca llegó los magistrados decretaron su rebeldía y dispusieron su captura autorizando a la policía a allanar el domicilio suministrado por Hernández, en caso de ser necesario. Desde entonces hasta el pasado viernes no se tuvieron noticias de su paradero. Ese día el Defensor se presentó aportando un certificado de salud en el que se acreditaba que el imputado padeció una lumbociatalgia desde aquella fecha y que por eso no se pudo presentar. Este lunes se realizó la audiencia de revisión con la presencia del acusado.
Cruce de argumentos
El Defensor presentó tres recibos de pago, presuntamente de alquileres por un local, aunque estos recibos, fechados en 2009 no especifican a qué responden, ni tampoco resulta legible la firma que en ellos figura. También presentaron fotos del mencionado local y argumentaciones sobre el arraigo de Hernández a la ciudad de Comodoro Rivadavia. El imputado habló y dio sus explicaciones. Sostuvo que cuando se enfermó se fue a vivir a la casa de su madre porque él vive solo y que perdió el celular, entre otros diversos argumentos tendientes a contrarrestar los planteos de la Fiscalía.
La Dra. Bottini sostuvo su planteo solicitando que se revea la medida y regrese a cumplir prisión preventiva ya que los peligros procesales aún subsisten. Para la representante del Ministerio Fiscal el problema de salud del imputado no era lo suficientemente grave como para que este no realizara un llamado telefónico a la Oficina Judicial informando de su situación y solicitando autorización para cambiar de domicilio.
Recordemos que Hernández estuvo vinculado a otras causas penales en las que también se dictó orden de captura, aunque con menor suerte, los delitos prescribieron antes de que pudieran encontrarlo.
Cautelado
El Tribunal integrado por los Dres. Javier Allende y Carina Estefanía resolvió revocar la decisión del Juez Rolón y disponer la prisión preventiva de Hernández en la Comisaría Primera con posibilidad de trasladarlo a alguna delegación policial de Comodoro Rivadavia.
Los magistrados argumentaron que comparten con Rolón que el arraigo se encuentra demostrado, aunque es evidente la conducta reticente del imputado a presentarse cuando la Justicia lo convoca. Indicaron también que es llamativa la coincidencia de la fecha del certificado médico con la comunicación que Hernández había mantenido con su abogado diciéndole que estaba en viaje. Además señalaron que les pareció banal el argumento de la pérdida del celular como impedimento para comunicarse con la Oficina Judicial. Del mismo modo computaron en su contra el cambio de domicilio sin previo aviso, así como la demora en la informar de su estado de salud lo que impidió que se dé intervención al Cuerpo Médico Forense para verificar tal estado.
La prisión preventiva fue dictada hasta la realización de la audiencia preliminar, instancia en la que será revisada.
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