jueves, 22 de septiembre de 2011

VI Jornadas del SAVD


PROMOVEMOS EL EJERCICIO DE LA CIUDADANÍA ACTIVA

La primera conferencia de las Jornadas estuvo a cargo del Fiscal Jefe del MPF Esquel, Hernán Dal Verme, quien habló del rol de la comunidad frente al delito. El fiscal instó a la participación de la sociedad, al resurgimiento de las redes sociales, y al comprometido ejercicio de la ciudadanía activa. “Buscar la seguridad con herramientas represivas es como querer apagar el fuego con nafta”, ejemplificó, “tiene que haber un consenso básico social que no dependa de los gobiernos de turno”.


Audio Conferencia de Hernán Dal Verme

Luego de la apertura formal, la primera actividad estuvo a cargo del grupo teatral “Con qué cara” que representó la obra “La historia del silencio”, adaptada por su directora María Elena Cosano. El grupo está conformado por personal del Área Externa del Hospital Zonal de Esquel y el Área Programática, y en la obra encarnan los papeles de una mujer que de niña fue abusada por su abuelo, llevada por la necesidad forma pareja en la adolescencia con su novio, que la deja cuando ella está embarazada de una niña. Esa niñita repetiría la historia de abuso pero con un final diferente gracias al rol de su maestra.
La cruda historia plasmó fielmente los matices que presenta la realidad y movilizó a todo el auditorio sensibilizándolo frente a la temática que será eje de las jornadas.

La seguridad, un concepto amplio


El representante del Ministerio Público local arrancó su exposición sosteniendo que la seguridad abarca bastante más que el terreno del delito. También debe haber seguridad en la salud, en la educación, en lo laboral, y en todos aquellos ámbitos previstos por nuestra Constitución Nacional para garantizar que podamos vivir socialmente tranquilos.
En esta línea Dal Verme se refirió a los derechos de los imputados, “que generan tanta molestia en el público”. Haciendo algo de historia expuso como su origen proviene de la salida de las monarquías absolutas que concentraban en el rey la suma del poder público. Al abandonar esos regímenes fue necesario limitar el poder omnímodo del monarca. Hizo falta instalar restricciones al Estado para con todas las personas, no solo para con aquellas que cometen delitos. Se trata de técnicas de prohibición, mucho más simples de efectivizar que aquellas otras que implican intervención por parte del Estado para garantizar la seguridad en el trabajo, en la educación, en la salud y en la prevención del delito.
El paradigma de la democracia es el ejercicio de la libertad, el cual proporciona un contenido ético a la sociedad: asegurar sus derechos a todos los ciudadanos evitando caer en una actitud de policía que vigile a todos. El fiscal jefe sostuvo que sobran los ejemplos históricos de como se comienza con una búsqueda de seguridad y se termina invadiendo la privacidad del conjunto de los individuos, sin motivos claros.

La nafta y el fuego

“Abordar la seguridad con herramientas represivas es como querer apagar el fuego con nafta”, graficó Dal Verme. Ese objetivo se puede lograr por varias vías, y eso es lo que se está abordando en las jornadas. Se puede lograr “desde la esfera en que nosotros nos movemos”, indicó en relación al rol social de cada uno de los participantes. “Tiene que haber un consenso básico social que no dependa de los gobiernos de turno”.
Una forma posible es restableciendo las redes sociales que por distintas crisis se han ido desgastando para caer en lo que debiera ser el último de los recursos, la esfera penal.

Formas de participación

Dal Verme marcó dos vías posibles de participación ciudadana, una orientada a la educación, y otra que implique acciones más directas, obviamente ambas pueden interrelacionarse. Respecto del segundo tipo marcó tres áreas diferenciadas, tendientes a la integración de los diferentes sectores que conforman la sociedad en procura de políticas consensuadas. La primera sería el diagnóstico de los problemas, para lo que se requiere de cierta independencia a nivel local para la toma de ciertas decisiones, por las diferencias que tienen entre sí distintas ciudades, y dentro de estas los diferentes barrios, zonas y sectores.
Otra área es la de las propuestas. Estas deben surgir del diagnostico, y son propias de los distintos organismos de la comunidad. En este sentido el MPF está diseñado de modo flexible, permitiéndole adaptarse a las distintas necesidades. En su esfera está la fijación de la política criminal, la que debe ser aplicada por todas las fiscalías de la provincia y también debe orientar a otros organismos con los que se trabaja a diario, como la policía.
Finalmente el área de ejecución y control, hace que los diferentes organismos trabajen de modo conjunto para compartir y aunar criterios de intervención, así como evaluar el cumplimiento de los objetivos trazados.
Un espacio saludable para el tratamiento de estos temas, es el de los fueros de seguridad, y la legislación provincial habilita su conformación.

Formación ciudadana

Para finalizar el representante del Ministerio Público sostuvo que la formación cívica tiene que ver con conocer cuáles son nuestros deberes y derechos como ciudadanos. “Debemos dejar atrás la postura indiferente”, dijo. “En las políticas autoritarias el miedo es una forma de control, en la democracia, si la ciudadanía tiene miedo funciona de modo similar, no se obtienen resultados”.
“La fiscalía está dispuesta a ayudar a la generación de estrategias de seguridad ciudadana. Sus puertas están abiertas para quienes se quieran acercar, para quienes quieran participar”, agregó, concluyendo que la Fiscalía es un servidor público que puede y debe actuar dentro del marco que la ley le habilita.

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