lunes, 21 de mayo de 2012

Abigeato y robos

ANTILEF FUE CONDENADO A 10 AÑOS DE PRISIÓN Y MIRANDA A 8 AÑOS

 
Lo resolvió el tribunal colegiado integrado por los Dres. Martín O’Connor, Javier Allende y José Colabelli en su sentencia posterior al debate sobre la pena. El fiscal había solicitado que se aplique a ambos la pena de 16 años de prisión con costas, en tanto que el defensor había requerido la aplicación del mínimo legal 6 años y 8 meses. Después de escuchar el fallo Antilef manifestó su disconformidad con el monto de pena, indicando que a su criterio no había prueba suficiente en su contra.

El debate por la pena se realizó dos meses después del de responsabilidad penal. Aquella primera sentencia fue la base sobre la que se centró el análisis respecto de cual es la pena más adecuada entre el mínimo y el máximo previsto por la ley para los delitos por los que fueron declarados responsables Carlos Argentino Antilef y Diego Miranda.
Las características de los hechos, la manera en que estos fueron llevados a cabo, el uso de arma y la extensión del daño causado, fueron parámetros considerados para la definición del monto de pena.
Los magistrados consideraron que existe diferencia en como debe ser valorada la participación de cada uno de los imputados en los hechos, y esto se vio reflejado en la aplicación de dos años menos a Miranda, respecto de su consorte.

Tal como lo solicitaron la Fiscalía y la Querella el Tribunal declaró procedente la acción civil por la suma de 11.170 pesos, en relación al hecho de abigeato. Ese monto será actualizado conforme la tasa activa del Banco de la provincia, desde el momento en que se cometió el robo de los animales hasta el momento del pago, con el agregado de IVA.

Los hechos

Miranda y Antilef fueron encontrados responsables de un hecho de abigeato ocurrido el 29 de diciembre de 2010, a las 19:00 hs. aproximadamente. Sin embargo los hechos mas graves fueron los robos.
El 14 de mayo de 2011, entre las 19 y las 20 hs se produjo el primero de estos. En ese caso los imputados ingresaron al predio de una chacra en Trevelin, como no había nadie aprovecharon a meterse en un galpón abierto y sustrajeron cinco monturas completas y una motosierra. Los perros ladraban alertados por la presencia de los intrusos, el encargado fue a ver qué pasaba. En el lugar se encontró con los imputados aunque no pudo reconocerlos porque era de noche, estos le dijeron que levante las manos, lo apuntaron con el arma, y comenzaron a dispararle. El puestero corrió para salvarse, llegando dos horas después a la ciudad de Trevelin a dar aviso a la policía. Los imputados corrieron con el botín hacia el otro lado de la ruta, se metieron en otra chacra y escondieron los objetos en proximidades de un alambrado, lindante a la ruta, para volver a buscarlas.

Los jueces también encontraron debidamente probado que Miranda y Antilef se fueron a pie a Trevelin, tomaron un taxi, regresaron al lugar donde tenían las cosas y como vieron en esa zona dos camionetas, cambiaron sus planes y pidieron al chofer que los lleve a Esquel, bajándose en Sarmiento y Chacabuco. Permanecieron dos horas en ese lugar hasta que tomaron un taxi en Sarmiento y San Martín. Este taxista sería la víctima del segundo robo que cometerían esa noche.

El tercer hecho imputado

Miranda se sentó al lado del chofer y Antilef atrás. Pasaron Trevelin y cuando se encontraban circulando por la Ruta 34 le pidieron que detenga la marcha para orinar, se bajaron ellos y también el conductor. Al subir Antilef le apoyó una pistola en la sien y Miranda un cuchillo en el estómago mientras le exigían el dinero. El se los entregó, lo amarraron con la funda del asiento del conductor, ubicándolo en el asiento trasero. Mientras Miranda tomaba la conducción del vehículo, Antilef lo apuntaba y lo amenazaba permanentemente.

Cuando llegaron al lugar donde habían dejado los elementos robados, lo bajaron del auto, lo hicieron arrodillar y Antilef le dijo que iba a matarlo, en tanto que su cómplice cargaba los elementos robados en el vehículo.

Finalmente liberaron al chofer y este caminó hasta una chacra cercana a pedir auxilio, pero allí lo recibieron a los tiros pensando que se trataba de ladrones, tuvo que pedir que por favor no le disparen, lo escucharon y lo llevaron a realizar la denuncia en la Comisaría.

Miranda y Antilef fueron en el taxi hasta el Barrio Estación donde ambos residían, dejaron las cosas y llevaron el automóvil hacia el camino a la Hoya donde el auto fue volcado. Le sacaron el barral, el reloj, documentación, el matafuego y la rueda de auxilio. Desde la zona del Tambo 1 llamaron un taxi para dirigirse a "las cinco esquinas" del Barrio Estación.

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