miércoles, 3 de junio de 2015

La Procuración General adhiere a la consigna "Ni una menos"

"Ni una mujer menos, ni una muerta más" escribía Susana Chávez, poetisa y activista mexicana, asesinada en 2011 por denunciar crímenes contra las mujeres en México. Hoy a las 17 hs. se realizarán marchas en todo el país bajo esta consigna que nació en las redes sociales. La Procuración General hizo de la perspectiva de género uno de sus ejes de política criminal, plasmándolo en instrucciones de aplicación obligatoria en la Institución desde el año 2008, además de involucrarse activamente en la capacitación de sus operadores propiciando el cambio de paradigma en la Justicia.

La Argentina asumió compromisos internacionales destinados a prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género. Esos compromisos deben ser materializados en normas, procedimientos y prácticas acordes. En esta línea la Procuración General de Chubut desarrolló diferentes protocolos de intervención para las situaciones que demandan su intervención en cuestiones tales como delitos contra la integridad sexual (Inst. 02/2008 PG), trata de personas (Inst. 06/2009 PG), relación de las Fiscalías con las Comisarías de la Mujer (Inst. 02/2011 PG), abuso sexual y violencia de género (Int. 06/2012 PG) y violencia familiar (Inst. 01/2014 PG).

Detrás de la normativa hay algo mucho más profundo y complejo, un cambio de paradigma que debe traducirse en todos los ámbitos de la sociedad, en definitiva en la cultura. Este aspecto, el de fondo, es el que más tiempo demandará porque depende de la subjetividad de todos y cada uno de los actores sociales. Estamos viviendo un momento de transición.

El Procurador General, Jorge Luis Miquelarena, promovió el análisis de los casos a la luz de la perspectiva de género, facilitando esta tarea con herramientas concretas plasmadas en los protocolos de actuación. En definitiva lo que intentan los protocolos es crear las condiciones necesarias para que las situaciones conflictivas puedan ser analizadas sin condicionantes propios del paradigma machista, libres de prototipos y con conocimiento de las particularidades del ciclo de la violencia sostenido en diferencias de género.


Desacreditar a la víctima es parte del círculo de la violencia de género, una de las estrategias del sometimiento que se basa principalmente en que ella misma termine por desconfiar de sus percepciones, por naturalizar la violencia, por asimilar el rol que le es asignado y sentirse culpable del maltrato. En paralelo desciende la autoestima de la mujer, se aísla, se silencia y, si se anima a denunciar, el miedo a "algo", al fantasma de una situación de desamparo, la lleva a retractarse. La retractación es un indicador más de la violencia de género. La problemática social de la violencia debe ser abordada de forma interinstitucional e interdisciplinaria.

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