Sucedió en Río Pico el lunes a las tres de la tarde. La policía
recibió el llamado de un vecino, molesto por el excesivo volumen de la música
que se escuchaba en la casa lindante. Hasta ahí se trataba de una
contravención. La situación se complicó con la actitud de los denunciados. Terminaron
detenidos y llevados al día siguiente a una audiencia en la que se declaró
legal la detención y se formalizó una
investigación penal en su contra por resistencia a la autoridad, lesiones leves
y amenazas.
Dos policías acudieron a la dirección brindada por el
denunciante. Al llevar comprobaron que en una vivienda había una reunión con
música a muy alto volumen. El dueño de casa, lejos de mejorar la situación,
increpó a los policías, les dijo que no bajaría la música porque estaba en su
casa y subió aún más el sonido. Los uniformados le explicaron que se trataba de
la queja de un vecino, sin embargo solo recibieron amenazas. Otro sujeto se
sumó a la agresión. Finalmente una mujer policía fue golpeada en el rostro,
hubo forcejeos y los agresores fueron trasladados a la comisaría. En la
dependencia policial volvieron a amenazar a los uniformados.
El fiscal de turno, Fernando Rivarola relató los hechos y el
modo en que se produjo la detención. La defensora Carolina García no cuestionó
la detención y negó los hechos. Los imputados prefirieron no hacer
declaraciones.
El juez Hernán Dal Verme declaró legal la detención en
flagrancia y formalmente abierta la investigación.
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