Por encubrimiento

SE DISPUSO LA PRISIÓN PREVENTIVA HASTA EL JUEVES

Se trata del presunto cómplice del sujeto acusado de una seguidilla de robos ocurridos en la ciudad de Esquel y que cumple prisión preventiva ante un posible entorpecimiento de la investigación. Este fue también el fundamento en el que se basó el pedido de prisión para este imputado. Se trata de un taxista a quien la Fiscalía imputa los delitos de encubrimiento y venta de cosa ajena, en relación a dos de los robos investigados. El jueves próximo se realizará una nueva audiencia para analizar la necesidad o no de prolongar la medida. En su descargo el imputado hizo recaer todas las culpas en quien ya se encuentra imputado como autor de los robos y sostuvo que para él se trata solo de un cliente.

La orden de detención librada contra el taxista, se fundó originalmente en los peligros de fuga y de entorpecimiento. Llegó a conocimiento de los investigadores que el sujeto planeaba un viaje, aparentemente a Córdoba, sin embargo previo a la audiencia, familiares de este señalaron que iba a acompañar a su padre a Trelew por un problema de salud que lo aqueja. Estos datos serán corroborados por la Fiscalía en el transcurso de los próximos días.

El peligro de entorpecimiento

En relación al entorpecimiento, los fundamentos dados originalmente se sustentaron a la hora de solicitar la prolongación de la detención en carácter de prisión preventiva. La Dra. María Elena Cimadevilla se refirió a dos allanamientos practicados en un departamento alquilado por el sujeto. En el primero, además de secuestrarse una serie de elementos correspondientes al robo en un comercio de la calle San Martín al 1000, la policía divisó un equipo de comunicaciones con las características del que había sido sustraído en el marco de otro ilícito. Entonces se dispuso un nuevo registro domiciliario en ese mismo lugar, con posterioridad, y ahora sí en relación al otro robo. El equipo de comunicaciones ya no estaba. Sin embargo, días después, un hombre, comprador de buena fe, lo entregó voluntariamente indicando que el imputado se lo había vendido.
En el marco de la investigación se supo que el imputado llevaba consigo un dije de oro con forma de delfín, y habría aducido que lo pagó cinco pesos, mientras que la etiqueta que tenía este en el reverso indicaba un valor de mas de doscientos pesos. Testigos manifestaron en las entrevistas practicadas que le habrían oído decir al imputado que había arrojado objetos robados por el inodoro.
Otro taxista denunció que fue atacado por dos desconocidos, los que le dijeron que se deje de dar información sobre este imputado. Los agresores se movilizaban en un vehículo en el que circulaba el imputado al momento en que se lo detuvo.

Al menos 72 horas

La Fiscal entendió que con todos estos datos es lógico suponer que el imputado de quedar en libertad procurará influenciar en las personas que tengan alguna información de las causas. Recordemos que hay ocho robos en los que se vincula al mismo autor, y en dos de ellos hay elementos para vincular a este nuevo imputado, pero no se descarta que pudiera haber participado en los demás hechos, e incluso también existen sospechas de otra cantidad de delitos contra la propiedad que podrían contar con el o los mismos protagonistas.
El pedido de mantenimiento de la medida de coerción por 72 hs. hábiles, que concluirá el jueves por la mañana, permitirá acelerar las averiguaciones por parte del Ministerio Público Fiscal y determinar en aquel momento si hay motivos para prolongar la medida o ya no se hace necesaria.

La Defensa se opuso por considerar que solo existen meras presunciones de entorpecimiento y esto no es suficiente para cercenar la libertad de su defendido.

Los hechos imputados

El primero de los hechos ocurrió en calle Alsina al 800, el 31 de mayo de este año. El otro imputado habría roto los vidrios de un ventanal que da a la calle, desplazó la ventana corrediza y sustrajo de la oficina dos notebook, marca HP 530 y 500; un celular Black Berwing; una cámara digital Olympus; un equipo manual de comunicación VHT, marca Yahesu modelo FT23; y una pinza marca Lederman.
Con posterioridad a este hecho, el ahora imputado recibió elementos de los que allí fueron robados, por lo menos un equipo de radio portátil “conociendo su procedencia y colaborando de tal modo con el autor para ocultarlo y asegurar su provecho. Posteriormente procedió a vender como propio dicho equipo de radio portátil en $300, de los que el comprador abonó solo la mitad.”

El otro de los hechos que se le imputa, fue posterior al robo en la perfumería de la calle San Martín al 1000, el que ocurrió entre las 21:25 hs del martes y las 9 hs. del miércoles 2 de julio. Otra vez, el imputado como autor, habría ingresado por la puerta posterior al comercio. De allí sustrajo cantidad de relojes pulsera de hombre y dama, alhajas de oro, alianzas, $3500, cupones de compra de tarjetas de crédito, 10 cuchillos artesanales, y camperas de abrigo de mujer, entre otros elementos.
Luego de esto, el nuevo imputado recibió y ocultó casi la totalidad de los elementos robados, fundamentalmente joyas de oro, arrojando parte de las mismas por el inodoro del departamento que habitaba en la calle Chacabuco, ante la presencia policial.

Por pedido expreso de la Fiscalía, la detención será en una Comisaría diferente a aquella en la que se encuentra alojado el primer imputado.