… Y EL COSE NO ESTÁ
El pasado viernes por la tarde se celebró una audiencia para formalizar la investigación y discutir medidas a imponer a los menores de edad vinculados al homicidio de César Orlando Asenjo, ocurrido alrededor de la medianoche del miércoles. El juez compartió con la Fiscalía que la medida más adecuada para los dos menores de 17 años es su internación en el COSE, y la dispuso por un plazo de sesenta días. Lo curioso fue que tuvo que modificar su resolución al enterarse que el COSE de Esquel se encuentra cerrado por refacciones edilicias y su personal de licencia.
La audiencia parecía haber finalizado, cuando una intervención de la subdirectora de la Oficina Judicial informó que la institución a la que debían ser trasladados los dos menores imputados se encuentra cerrada.
Previo a esto en la audiencia el fiscal Fernando Rivarola había argumentado y fundamentado los motivos que lo hacían sostener que la única manera efectiva de prevenir el riesgo de entorpecimiento procesal es la internación. La defensa a cargo de Paola Bagnato, había propuesto la prisión preventiva domiciliaria a cargo de las madres de ambos imputados, por considerar que en el caso de los menores la institucionalización solo puede darse en contadas excepciones y cuando está probado que ninguna otra alternativa funciona. La misma postura expresó el representante de la Asesoría, Miguel Contreras.
Rivarola sostuvo que en modo alguno puede consentir que la medida se cumpla en el domicilio de los imputados. "Desde estos domicilios es de donde salieron estos menores para cometer el hecho, menos aun podemos descansar ahora en esos padres para cautelar el cumplimiento de una medida de este tipo". Consideró el fiscal la necesidad de una medida enérgica, y mientras se cumple que los organismos estatales trabajen para fortalecer la autoridad paterna para en algún momento permitir que las medidas sean morigeradas. Ambas acciones deberían activarse en paralelo. "Entiendo que el COSE es el lugar adecuado", apuntó.
Mientras tanto
Pese a que el juez Jorge Criado había manifestado que estaba totalmente de acuerdo con la Fiscalía, la imposibilidad de contar con el COSE, lo obligó a cambiar su resolución y disponer lo que había pedido la defensa. Los dos menores de 17 años permanecen con prisión preventiva domiciliaria, bajo la responsabilidad de sus madres y con custodia policial con modalidad de rondas, hasta que el COSE esté disponible y puedan ser inmediatamente trasladados para cumplir con la internación dispuesta. Según la información que obtuvo la Oficina Judicial, la reapertura del Centro de Orientación Socio Educativo, podría efectuarse el próximo martes.
El juez les advirtió a los dos menores que si de alguna manera incumplen con el arresto domiciliario, va a disponer su encierro en alguna otra institución, incluso en la Comisaría habilitando un sector en el que puedan estar aislados de los presos mayores.
El tercer involucrado
A la audiencia fue llevado también un menor de 14 años, inimputable según establece la ley penal. En relación a él se dispuso lo que obliga la ley, la remisión de los antecedentes de su posible participación en el crimen, al Servicio de Protección de Derechos de la localidad de Trevelin para que tome intervención. A pedido del fiscal Fernando Rivarola, el juez dispuso que se haga una “fuerte admonición” al servicio para que su actuación, frente a una situación tan grave, sea la adecuada.
También dispuso el magistrado que el Servicio de Protección de Derechos deberá intervenir con las familias de los menores adultos, para fortalecerlas en sus roles y prepararlas para otra instancia del proceso en que deban hacerse cargo de sus hijos.
El crimen
Entre los últimos minutos del miércoles 17 y los primeros del día siguiente, un grupo de jóvenes compuesto por dos de 17 años, uno de 16 y otro de 14, además de dos chicas también menores de edad, persiguieron a la carrera a Cesar Orlando Asenjo. Asenjo pertenecía a un grupo antagónico al de los atacantes. La carrera concluyó cuando le dieron alcance, tres de ellos lo tiraron al piso, lo golpearon, y los dos de 17 años le aplicaron puñaladas con los cuchillos que llevaban. La gravedad de las heridas causaron la muerte de la víctima.
El hecho fue calificado provisoriamente como homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, y supletoriamente como homicidio simple.
