UNO DE LOS IMPUTADOS RECONOCIÓ SU CULPA
“Yo se que en este momento no están acá presentes pero si de
algún modo se les puede llegar a hacer saber… no estaba dentro de mis cabales,
me entiende, fue algo que hice casi inconcientemente, pero reconozco el hecho
sí, tal cual se describe”, dijo García luego de que la fiscal Fernanda Révori
presentara la acusación en su contra.
Con el reconocimiento pleno de García se lo declararía coautor
de robo calificado por ser cometido con arma no apta para el disparo, autor de
atentado contra la autoridad y se lo declararía reincidente. Si el juez homologa
el acuerdo no será necesario realizar el juicio y se obtendrá una sentencia
firme a tres años de prisión de cumplimiento efectivo que inmediatamente
comenzará a cumplirse por el imputado. La declaración de reincidencia impide acceder
al beneficio de la libertad condicional en la última etapa de la pena.
El hecho
El 24 de septiembre de 2012 a las 21.20 horas
aproximadamente, Rodrigo Andrés GARCIA acompañado por otro sujeto en relación
al cual seguiría el trámite normal para finalizar en un juicio, ingresó a una
rotisería ubicada en Av. Alvear al 1700 de Esquel. Utilizando armas de fuego,
guantes y sus rostros encapuchados, apuntaron a la encargada del local. García
le colocó el arma en la cabeza y le dijo “… callate la boca, mirá para abajo,
no me mires, quedate quieta .”, mientras el otro le requería de manera violenta
“… donde está la caja, donde está la plata …”, comenzando a revisar todo el
local en busca de la caja registradora, mientras GARCIA proseguía apuntando a
la víctima, obligándola a mantenerse inmóvil y en silencio. Finalmente se
hicieron del cambio que había en la caja y de un celular, para darse a la fuga
luego de controlar que nadie pasaba y de sacarse los pasamontañas que les cubrían
el rostro.
También, mientras era trasladado a la comisaría, insultó a
los policías, se negó a caminar y amenazó a otro de los uniformados.
Denuncia
García aprovechó la audiencia para denunciar apremios
ilegales que habría recibido de parte del personal policial que lo trasladó
desde El Maitén hacia Esquel y designó a López como querellante.