La fiscal Fernanda Révori presentó el caso de la Fiscalía, diciendo al comienzo de su relato que la víctima de este hecho era un joven de 15 años, un adolescente que apenas comenzaba a proyectar su vida, que estudiaba, que vivió con sus padres y sus hermanos en un barrio de Esquel hasta marzo de 2012 y que luego se mudó a Comodoro Rivadavia junto a su familia, ya que su padre (Comisario) había sido trasladado allí. El último fin de semana de abril, aprovechando que era un fin de semana largo por el primero de mayo, viajó junto a su familia a Esquel, a visitar a los amigos del barrio que tanto extrañaba. Aprovecharía este viaje para pasar en esta ciudad su cumpleaños número 16, el 2 de mayo.
Lamentablemente ese sábado 28 de abril de 2012 cuando estaba frente a la casa de un amigo suyo en el Barrio 44 Viviendas, fue agredido a golpes de puño por un adolescente de 15 años y su hermano recién llegado del campo. Este último le aplicó una puñalada que le provocó la muerte.
El adolescente participó en el primer tramo de los hechos pero no fue imputado por ser menor de edad.
El agresor había efectuado amenazas, y por si esas amenazas se concretaban Nicolás y dos de sus amigos se habían preparado escondiendo un trozo de caño de gas y un cuchillo. Sin embargo el ataque fue tan sorpresivo que no alcanzaron a echar mano a estos elementos de defensa.
El menor y Gonzalo Fabián Payalef, se presentaron en una morada del Barrio 44 Viviendas, y al ser atendidos por los dueños de casa el menor les manifestó que venía a pedirles que hablen con su hijo porque si no se dejaba de molestar les pegaría un tiro con un rifle, que sacaría el 22 que tenía en su casa y que ya había disparado a otro. Los padres trataron de calmarlo. Alertados por otro chico del barrio, el joven hacia el que fueron dirigidas las amenazas junto a Nicolás y otro adolescente, fueron a la casa. El agresor le dijo que con él no era "la cosa" sino que el problema era con Nico. Payalef les dijo que "no se hagan los locos" porque él tenía un cuchillo, haciendo ademanes de portarlo en su cintura, luego se levantó la ropa mostrándoselos. Comenzaron a agredirse, el dueño de casa se interpuso e ingresó a su hijo al terreno de la vivienda. Mientras tanto el joven agresor comenzó a propinar golpes de puño a Nicolás Soto y este a defenderse de la misma manera. Nicolás se cayó o se agachó y fue entonces cuando el acusado Gonzalo Payalef, utilizando el cuchillo lo sorprendió desde atrás aplicándole una puñalada que lo lesionó de tal modo que le provocó la muerte.
La familia de Nicolás Soto se presentó como querellante, representados por Daniel Sandoval. El abogado expuso su relato del hecho, similar al ofrecido por el Ministerio Público Fiscal, aunque entendiendo que la prueba bastará para demostrar que Nicolás cayó indefenso y esta situación fue aprovechada por el imputado para asesinarlo con alevosía.
"Vamos a demostrar que la secuencia en que ocurrieron los hechos es una secuencia más compleja que la descripta por las partes acusadoras, ya que la dada por las partes es una visión parcial", apuntó Deias. Esa secuencia y la interpretación jurídica que habrá de darse a los mismos son el nudo gordiano de este juicio. El defensor público intentará demostrar que Payalef actuó bajo la causal de legítima defensa de terceros (el menor) y los jueces tendrán que definir si esta circunstancia se dio y en tal caso, si el modo en que actuó fue acorde a ella o con exceso.
El tribunal está compuesto por los Dres. José Colabelli, Anabel Rodríguez y Martín O' Connor.