viernes, 11 de julio de 2014

Grandes secretos de familia. 2q entrega

"Esto no se hace"

El abordaje que el Ministerio Público Fiscal realiza frente a las denuncias de abuso sexual, además de legal, es victimológico. Un equipo de profesionales, compuesto por psicólogos, trabajadores sociales y abogados especializados, acompañan a la víctima en su paso por el proceso. En este artículo la Lic. Luisa Pasquini nos explica en qué consiste el "hechizo", qué condiciones son necesarias para que se produzca y cómo prevenirlo, entre otros aspectos.

El abuso intrafamiliar comienza con un abusador que "cuida" de manera insidiosa a la víctima, sometiéndola a través de lo que Reynaldo Perrone llamó el hechizo, envolviéndola en una perversión. "Muchas veces la madre de la niña no puede leer los indicadores del abuso, no es que sean madres entregadoras, que las hay, pero en la gran mayoría no pueden leer los indicadores por la peculiar relación perversa que tiene el abusador intrafamiliar con ellas: hija, hijastra, sobrina, nieta… entonces todo este circuito perverso de la naturalización de ciertas prácticas va generando que se instale el abuso y también va generando que pase desapercibido", indicó Pasquini. Por eso muchas madres no creen. En la mayoría de los abusos se produce una disociación tal que hay una parte del psiquismo que no incorpora esa verdad. La única manera de que el psiquis pueda soportar semejante vida es a través de la disociación. Esta disociación también hace que haya una especie de ensueño o confusión y todo esto enferma al psiquismo. A eso se debe la importancia que cobra la entrada de la ley ‘esto no se hace, esto pasó, esto no corresponde y merece una sanción’.

Un texto de Elena de la Aldea habla del gran valor de la denuncia, solo de la denuncia. Tiene el valor de labilizar esta disociación que es tan mala para el psiquismo, de autorizar la verdad y de introducirla, que no es poco. Y que esta verdad, de alguna manera, sea enlazada con el resto del psiquismo y que la mentira, la perversión, sea destituida porque entró la ley.

La casuística

Cada caso es absolutamente singular. Lo que suele suceder es que las madres que fueron abusadas implementan el mecanismo de la disociación y no tienen el alerta para leer los indicadores del abuso. Muchas veces cuando hay abuso de un niño o niña y hay entrevistas con la mamá para que ayude a fortalecerlo, aparece en ella el relato del abuso. Este mecanismo de disociación para negar el abuso sigue funcionando de alguna manera y las personas dicotomizan la realidad a la manera de la histeria, diría Freud, y no ven estos indicadores.

Para que exista abuso…

Para que exista abuso tiene que haber dos condiciones: el secreto y la desprotección.

En principio lo que resuelve este tema es la autoestima y la confianza. El niño tiene que tener confianza básica, en sí mismo y en los proveedores externos. Cuando se establece un vínculo de confianza difícilmente se pueda instalar el secreto. El secreto sostiene a la desprotección. Y la desprotección de alguna manera sostiene esta paradoja, porque un niño abusado es el garante de la seguridad de la familia, porque está siendo amenazado, además. La paradoja es que es la víctima y además tiene el poder para ser el garante de la seguridad familiar. Estos son mecanismos psíquicos muy complejos que tiene que implementar un ser que no está preparado. El abuso por definición es introducir la sexualidad en un ser que no está preparado, contamina todo el psiquismo y obliga a implementar mecanismos de defensa para los que la víctima no está preparada.
El abusador "cuida" de la víctima, se considera el dueño de su cuerpo y su sexualidad, entonces seguramente empieza con hechos de naturalización el abuso. Como palabras, gestos, caricias que van penetrando el cuerpo, y después de alguna manera sigue un proceso. Es frecuente que se produzca en el despertar de la pubertad.

El Dispositivo de AS

A criterio de la responsable del SAVD en Esquel, la disponibilidad del Dispositivo de Abuso Sexual en los centros de salud de toda la provincia, cambió varias cosas. Se trata de un dispositivo médico legal y en ambos aspectos tiene implicancias preventivas. Desde lo legal tomar las muestras y recaudos indispensables para asegurar la prueba que de otro modo se perdería o se contaminaría, y desde lo médico prevenir las enfermedades de trasmisión sexual y el embarazo no querido. "Es muy importante que se tenga en cuenta siempre el dispositivo. Que alguien que pasa por una situación de abuso acuda inmediatamente a un centro de salud. El dispositivo está en toda la provincia y los operadores de salud están muy concientizados sobre su aplicación", apuntó Pasquini.

Cámara Gesell, una visión más allá del derecho

Consultada sobre el actual funcionamiento de la Cámara Gesell en Esquel, Pasquini indicó que, a su criterio, es importante evitar que haya tantas personas en la retrocámara. El dispositivo de Cámara Gesell es un dispositivo terapéutico que se aviene a aplicarse en la justicia para proteger a la víctima. En principio en la retrocámara debiera haber un coterapeuta, que no importa quién lo aporte, simplemente debe tratarse de una figura que brinde aspectos de seguridad para la persona que está declarando. Es muy difícil para alguien que está declarando saber que del otro lado, inmediatamente detrás del vidrio, está su agresor. Porque paradógicamente la mirada del otro es uno de los modos de cometer el abuso, es uno de los instrumentos. Perrone dice que lo son la mirada y el tacto. Y esto de quedar expuesto a la mirada es muy difícil sostenerlo.

Con el sistema de circuito cerrado, si bien lo estaría mirando, hay una diferencia: la no proximidad. Porque si está en la retrocámara, quién declara siente los ruidos, siente lo que se habla, se abre muchas veces la puerta. En cambio por un sistema de teléfonos y circuito cerrado, la retrocámara no se abriría, la niña no siente ruido, no siente personas hablando y no tiene la inmediatez de la presencia. Todos sabemos que cuando le tenemos miedo a algo, cuando más lejos esté, mejor. "Es tan simple como eso", concluyó.


Sobre el tratamiento victimológico, Luis Pasquini opinó que en líneas generales tenemos buenos resultados en el proceso de acompañamiento, pero falta una vuelta de tuerca. El abuso produce secuelas y una de ellas es la promiscuidad sexual porque se destruye el mapa de amor. La sexualidad queda reducida a la genitalidad. "Creo que tendría que haber un circuito de tratamiento psicológico que pudiera dar continuidad al trabajo victimológico cuando concluye la competencia del SAVD", una vez finalizado el proceso penal.