sábado, 21 de septiembre de 2013

8vas Jornadas del SAVD

PAUTAS DE CUIDADO




Tres intensas y prolongadas jornadas convocaron a personas de distintas localidades y parajes de la región, con representación de los Juzgados de Paz, escuelas, Servicios de Protección de Derechos, Policía Comunitaria, Comisaría de la Mujer, entre otras instituciones que necesitan trabajar en red frente a casos de abuso o explotación sexual. La Dra. Lourdes Molina consideró exitoso el encuentro y ofreció herramientas de alerta para detectar casos de maltrato infantil.

 
Lourdes Molina fue una de las dos disertantes invitadas, con una amplísima trayectoria de trabajo en equipos especializados en estas temáticas. Al finalizar las Jornadas destacó la organización y la amplia participación de personas que se llevaron herramientas de intervención en situaciones de abuso y explotación sexual, además pautas de cuidado para los operadores y profesionales que asistieron. "Participaron referentes de distintas instituciones que compartieron un espacio de reflexión y revisión de sus creencias y representaciones en relación a los abusos sexuales, a la explotación sexual, a la prostitución y a la trata que en general. Son temas que están interrelacionados, y que por el hecho mismo de compartir estas tres jornadas de reflexión creo que va a facilitar la articulación y las intervenciones en la comunidad frente a los casos que se presenten", concluyó.
 
"Nunca podemos garantizar que algo no va a suceder y es cierto que hoy todos estamos más sensibilizados y en un estado casi de paranoia con lo que nos podría pasar, a nosotros o a nuestros hijos o a nuestros afectos, y cuanto más pequeños son más sentimos que es menos con lo que cuentan para defenderse". La Lic. Molina instó a los adultos a revisar sus sistemas de creencias y habilitar a que en la escuelas se aborde la educación sexual. "Si no se tratan estas temáticas sus hijos no van a poder pedir ayuda". Vinculó la educación sexual a la prevención primaria del abuso y de la violencia. En tal sentido aportó que a los niños hay que enseñarles que el cuerpo es suyo y no deben dejar que nadie se los toque.
El problema aparece cuando alguno de los padres es la persona involucrada en el abuso sexual. Al niño le surge una contradicción interna. Por un lado alguien le transmite que se tiene que cuidar, que su cuerpo es propio, que tiene que pedir ayuda a mamá o a papá, y en realidad alguno de ellos está involucrado en una situación de abuso. Entonces es importante decir al niño que sea quien sea, aun de su ámbito de confianza, tiene que debelar lo que está padeciendo y no es responsabilidad de él o ella lo que está sucediendo sino que lo es de un adulto que no lo está cuidando.

Cómo nos damos cuenta

"Por esto que decía de la hípervigilancia por la cual ante cualquier cambio de conducta en un chico sospechamos un caso de violencia o de abuso, hay que tener cuidado, pero no se debe dejar de prestar atención a los cambios abruptos en la conducta de los niños. En estos casos se pueden dar tanto modificaciones hacia las conductas agresivas o a la inhibición, es un indicador, pero no exclusivamente de abuso. Puede ser indicador de algún otro problema, pero si en el contexto familiar no hay ninguna situación de conflicto particular, ni una situación crítica, pensemos que a este niño le puede estar pasando algo. Hay que hablar con el niño, tratar de sostener un vínculo de confianza y ayudarlo sin presiones a que cuente si le está pasando algo: si está triste por algo, si le gustaría contar algo pero no puede, si hay alguien que le pidió que guarde un secreto…", indicó Molina.