Tres intensas y
prolongadas jornadas convocaron a personas de distintas localidades y parajes
de la región, con representación de los Juzgados de Paz, escuelas, Servicios de
Protección de Derechos, Policía Comunitaria, Comisaría de la Mujer, entre otras
instituciones que necesitan trabajar en red frente a casos de abuso o
explotación sexual. La Dra. Lourdes Molina consideró exitoso el encuentro y
ofreció herramientas de alerta para detectar casos de maltrato infantil.
Lourdes Molina fue una de las dos disertantes invitadas, con una amplísima trayectoria de trabajo en equipos especializados en estas temáticas. Al finalizar las Jornadas destacó la organización y la amplia participación de personas que se llevaron herramientas de intervención en situaciones de abuso y explotación sexual, además pautas de cuidado para los operadores y profesionales que asistieron. "Participaron referentes de distintas instituciones que compartieron un espacio de reflexión y revisión de sus creencias y representaciones en relación a los abusos sexuales, a la explotación sexual, a la prostitución y a la trata que en general. Son temas que están interrelacionados, y que por el hecho mismo de compartir estas tres jornadas de reflexión creo que va a facilitar la articulación y las intervenciones en la comunidad frente a los casos que se presenten", concluyó.
"Nunca podemos garantizar que algo no va a suceder y es
cierto que hoy todos estamos más sensibilizados y en un estado casi de paranoia
con lo que nos podría pasar, a nosotros o a nuestros hijos o a nuestros
afectos, y cuanto más pequeños son más sentimos que es menos con lo que cuentan
para defenderse". La Lic. Molina instó a los adultos a revisar sus
sistemas de creencias y habilitar a que en la escuelas se aborde la educación
sexual. "Si no se tratan estas temáticas sus hijos no van a poder pedir
ayuda". Vinculó la educación sexual a la prevención primaria del abuso y
de la violencia. En tal sentido aportó que a
los niños hay que enseñarles que el cuerpo es suyo y no deben dejar que nadie
se los toque.
Cómo nos damos cuenta
"Por esto que decía de la hípervigilancia por la cual
ante cualquier cambio de conducta en un chico sospechamos un caso de violencia
o de abuso, hay que tener cuidado, pero no se debe dejar de prestar atención a
los cambios abruptos en la conducta de los niños. En estos casos se pueden dar
tanto modificaciones hacia las conductas agresivas o a la inhibición, es un
indicador, pero no exclusivamente de abuso. Puede ser indicador de algún otro
problema, pero si en el contexto familiar no hay ninguna situación de conflicto
particular, ni una situación crítica, pensemos que a este niño le puede estar
pasando algo. Hay que hablar con el niño, tratar de sostener un vínculo de
confianza y ayudarlo sin presiones a que cuente si le está pasando algo: si
está triste por algo, si le gustaría contar algo pero no puede, si hay alguien
que le pidió que guarde un secreto…", indicó Molina.