martes, 16 de febrero de 2016

Se logró un acuerdo conciliatorio en un caso de defraudación

Los hechos que dieron origen a la investigación se remontan a la década del 1990, sin embargo recién se tomó conocimiento de alguna irregularidad en 2013. A partir de ese momento la Fiscalía inició una investigación que determinó varios hechos de defraudación vinculados a la ejecución de un poder general después de la muerte de la titular de los derechos y a espaldas de sus herederos. Por esos hechos fueron imputados el mandatario como autor, su hijo y un escribano como partícipes secundarios. Finalmente las partes pudieron alcanzar un acuerdo, los imputados repararán integralmente a las damnificadas y cubrirán los gastos de la querella. Contando con la conformidad de las víctimas y por tratarse de un delito netamente patrimonial en una relación entre privados, la Fiscalía prestó su acuerdo para que cumplido el mismo, sean sobreseídos los imputados tal como prevé el Código Procesal Penal.

Dos de las damnificadas viven en el exterior, una en Uruguay y la otra en Estados Unidos. Su consentimiento fue manifestado por los abogados particulares que las representan como querellantes en este caso y acreditado con escritura pública y constancias electrónicas. La tercera víctima será escuchada en una audiencia prevista para el jueves a las 8 hs., aunque su consentimiento fue anticipado por su abogado particular, el juez solicitó que se fije una nueva audiencia para que ella concurra y sea escuchada.

El acuerdo alcanzado implica la sesión de 17 hectáreas con costa de Río Grande a las dos primeras damnificadas, mas una suma de dinero en efectivo, y una hectárea de similares características para los letrados patrocinantes de estas. La tercera de las damnificadas recuperará el lote por el que fuera defraudada, escriturado a su nombre sin costo alguno.

La maniobra defraudatoria achacada en la acusación pública consistió en la utilización de un poder general otorgado por una mujer para la administración de sus bienes, luego de que esta falleciera el 23 de agosto de 1993, a espaldas de sus legítimos herederos. El mandatario “continuó realizando actos de disposición de los bienes inmuebles de propiedad de su mandante, sin realizar las correspondientes rendiciones de cuentas y sin que sus legítimas ni ningún otro interesado hubieran iniciado el correspondiente trámite sucesorio”, indica la acusación pública.

El Fiscal verificó “una importante cantidad de operaciones inmobiliarias con bienes inmuebles de propiedad de la causante, tales como subdivisiones o fraccionamientos, venta de los lotes resultantes, compraventas con los Municipios de Esquel y Trevelin, permutas por otros inmuebles y ventas posteriores de los recibidos y también regularizaciones notariales de operaciones inmobiliarias realizadas en vida de la titular registral”. A partir de esto el mandatario habría obtenido un beneficio económico ilegal, defraudando a los compradores de buena fe.