viernes, 22 de mayo de 2009

Denuncias contra el GEOP


LA FISCALÍA VOLVIÓ A TOMAR CONTACTO CON LOS DENUNCIANTES

Por tercera vez un equipo de Ministerio Público Fiscal viajó a Corcovado en el marco de la investigación de las denuncias presentadas contra el grupo especial de la policía, GEOP. En este caso se sumó a las entrevistas con los denunciantes el Servicio de Asistencia a la Víctima para evaluar la pertinencia de un trabajo victimológico y completar la gestión que encaró la Fiscalía para procurar que el Estado compense económicamente los daños causados por la intervención del GEOP. En paralelo, una Funcionaria, la perito criminalística de la Fiscalía y la persona designada para realizar la reconstrucción digital animada del operativo que terminara en el trágico enfrentamiento entre los hermanos Bustos y la policía, tomaron un registro fílmico y fotográfico del lugar que servirá de base a la pericia.


La tarea comenzó a las diez de la mañana de un día gris y frío, pero sin lluvia en la localidad cordillerana. El equipo del Ministerio Público se dividió en tres. Unos trabajaron en relación a la causa que se sigue por el homicidio calificado de un policía y lesiones graves a otro, así como a la investigación del accionar policial en el ese procedimiento del domingo 8 de marzo. Los otros dos estuvieron abocados a las causas iniciadas a partir de los allanamientos en los que participó el GEOP cuatro días después. Unos se encargaron de entrevistar a los testigos de actuación y los otros a los denunciantes. La actividad se prolongó durante todo el día jueves y parte de la mañana del viernes.

Los dos viajes anteriores

La primera oportunidad en que la Fiscalía tomó intervención en relación a los cuestionamientos al accionar del grupo policial especial, fue el día siguiente a los operativos por disposición del Fiscal Jefe, Eduardo Falco. El equipo que viajó a la localidad tuvo como misión relevar los daños, entrevistar a las personas cuyos domicilios fueron allanados, escucharlos y si estos tenían algo que denunciar, tomar las denuncias y abrir una investigación al respecto. Su trabajo no terminaba ahí. Con los datos obtenidos debían armar un expediente para presentar ante el órgano pertinente para tramitar reparaciones económicas por los daños que generó aquel operativo.
Pocos días después un Fiscal y un Funcionario volvieron a la localidad en el trámite de las dos causas: la relativa al tiroteo y la relacionada con el GEOP.

Versiones

Con todo el material recabado se armaron varios legajos en la Agencia de investigación de Delitos Complejos, a cargo del Fiscal Martín Zacchino, se analizó la información obtenida y se determinaron algunos aspectos que debían ser profundizados, más aun luego de conocerse versiones que trascendieron a nivel nacional y que, en varios aspectos, distan sustancialmente de lo denunciado por los damnificados originalmente.

El SAVD

La nueva comisión buscó esclarecer esas diferencias entre lo denunciado formalmente y las versiones mediáticas. En este sentido resultó central la labor del SAVD. Dos profesionales psicólogas, Luisa Pasquini y Verónica Masciarelli, acompañadas por el Funcionario Raúl Camerlo, entrevistaron a los damnificados. Cada entrevista se extendió por una hora y media. Los denunciantes necesitaban hablar, querían volver a ser escuchados y relatar sus experiencias.
En principio, estos relatos ratificarían las denuncias originales. Sin embargo lo que apareció más claramente es el interés por contar con un acompañamiento victimológico, dispositivo cuya viabilidad será analizada, y en tal caso, planificada por la Fiscalía.

Los antecedentes que llevaron a la intervención del GEOP

Cristian Mai Bustos fue condenado a prisión perpetua por un horroroso crimen: el de su bebé de 9 meses. La condena fue impuesta por la Cámara del Crimen de Esquel, el 21 de junio de 2007. El Defensor presentó un recurso ante el Superior Tribunal de Justicia cuestionando el fallo. La Fiscalía, considerando la pena impuesta y el consiguiente riesgo de fuga, solicitó que se dicte la prisión preventiva.
Para permitirle al condenado que tenga contacto con su familia hasta que la sentencia quede firme, el Tribunal dispuso que medida cautelar se cumpla en la Comisaría de Corcovado.
Poco más de un mes después, Cristian Bustos se fugó de su lugar de detención y nada más se supo de él hasta el 8 de marzo de 2009.

La detención que nunca se concretó

La policía de investigación obtuvo información certera que indicaba la presencia del prófugo en la casa de su madre. Con estos argumentos consiguieron una orden judicial autorizando un allanamiento en la vivienda y posterior captura de Bustos. Personal de la Brigada de Investigaciones llegó a la vivienda. El Jefe del grupo, desarmado, se acercó y estableció un diálogo con el padre del joven fugado. El hombre le dijo que su hijo estaba dispuesto a entregarse pero que antes quería que esté presente el Defensor oficial. Cuando este diálogo se mantenía, sorpresivamente, un grupo de cuatro personas con sus rostros y cabezas cubiertas salieron fuertemente armados. Tres de ellos rodeaban al cuarto, nada más ni nada menos que “Mai” Bustos. Al salir solo dijeron a la policía “si tiran tiramos” y comenzaron a retirarse marcha atrás, apuntando todo el tiempo a los efectivos. El jefe del operativo dio la orden de que nadie dispare e intentó persuadirlos de que se tranquilicen, pero no lo escucharon. Cuando tomaron gran ventaja (aproximadamente cincuenta metros) y antes de doblar en una esquina, la policía comenzó a correr. El que portaba el arma blanca habría abierto el tiroteo, disparando en la frente al policía Roberts que perdió la vida en el acto e hiriendo de gravedad en el abdomen a otro uniformado.
La policía respondió con disparos. También perdió la vida Wilson Bustos y su hermano menor de edad quedó parapléjico. Otro de los hermanos fue herido en una pierna y quedó detenido (hoy es el único en prisión preventiva por este hecho) y Mai Bustos logró su cometido. Volvió a escapar y hasta el momento, pese a todo lo sucedido y a las garantías que le fueron ofrecidas, no evidenció ninguna intención de entregarse.

Siguió la búsqueda

Los intentos de dar con el prófugo no cesaron. Nuevas versiones llegaron a oídos de la policía y se solicitaron otros allanamientos. Esta vez, por decisión de la Jefatura de la fuerza provincial, los efectivos policiales estarían acompañados por el grupo especial GEOP. Este grupo tendría la misión de asegurar los domicilios a allanar antes de que entren los policías, previendo que podría suscitarse otra situación de la gravedad de la sucedía escasos días antes. Se realizaron varios allanamientos simultáneos. Estuvo en el lugar el Jefe de la Policía y también viajó allí el Fiscal Jefe de Esquel para responder ante consultas de tipo procesal que pudieran realizárseles. El prófugo no apareció.

El alerta

Cuando el Dr. Falco estaba en el lugar (el jueves 12 de marzo) se le acercaron el Intendente de la localidad y la Presidente del Concejo Deliberante. Ambos le manifestaron que las personas cuyos domicilios fueron allanados sostenían que se habían cometido excesos y que se habían dañado sus propiedades. Desde allí el Fiscal Jefe se contactó con la Fiscalía y dispuso que al día siguiente viajara una comisión encabezada por un Fiscal para tomar las denuncias y constatar daños. También puso al tanto a la Procuración y se decidió acompañar a las personas cuyos bienes hubieran sido dañados en un pedido de compensación en los programas habilitados por organismos dependientes del Poder Ejecutivo. Trámites que se completarían, en una primera etapa, con la nueva visita realizada en esta oportunidad.
Respecto de las denuncias, lo que se deberá determinar, es si los procedimientos cuestionados se manejaron dentro de lo que la ley habilita a este grupo especial o existen pruebas fidedignas sobre posibles excesos.