viernes, 27 de septiembre de 2013

Homicidio de Angel Urrutia



ESPERA QUE SE FIJE LA AUDIENCIA PRELIMINAR


Urrutia fue asesinado el 1 de diciembre de 2012 en José de San Martín. Hay tres personas imputadas por este crimen agravado por alevosía según la acusación fiscal. El lunes pasado se llevó a cabo una audiencia en la que los defensores plantearon un pedido de sobreseimiento. Alegaban que la acusación se habría presentada fuera de término. El juez rechazó el pedido por considerar que la Fiscalía actuó ajustada a la ley y sin dilaciones, la fijación de la audiencia para tratar el pedido de prórroga presentado depende exclusivamente de la Oficina Judicial.

Treinta testigos ofrece la acusación fiscal como parte de la prueba que espera producir durante el debate. La fiscalía debió solicitar dos prórrogas a los seis meses iniciales de la investigación. La primera de ellas vencía el 24 de agosto, pero en esa fecha aun no había recibido el resultado de los estudios de ADN requeridos al CENPAT. Por ese motivo, el 20 de agosto presentó un pedido de prórroga que nunca se llegó a tratar. Los resultados llegaron antes de la fecha fijada por la oficina judicial para tratar el pedido, y la Fiscalía presentó antes la acusación pública.

Los defensores reclamaron no haber contado con una audiencia para discutir la procedencia de la prórroga y pidieron el sobreseimiento porque a su criterio la acusación quedó presentada fuera de los plazos establecidos. El fiscal Martín Zacchino expuso cual fue la actividad de la fiscalía, argumentando que esperar a la realización de la audiencia para presentar la acusación sería dilatar el proceso más allá de lo necesario. Detalló la fecha en la que se hizo el pedido de prórroga, sus motivos, el momento en que se recibió el informe del CENPAT y la inmediata presentación de la acusación, sin dilaciones, como se procura en todos los casos.

El juez se tomó tres días para resolver, leyendo su decisión el jueves por la tarde. De la audiencia participaron los defensores, el fiscal no pudo asistir ya que los días miércoles, jueves y viernes, tuvo a su cargo junto al fiscal Hernán Dal Verme, la realización de un taller para magistrados y funcionarios neuquinos acerca de desformalización del proceso penal a la luz del nuevo Código Procesal que en esa provincia entrará en vigencia próximamente.

El juez Javier Allende entendió que el pedido de prórroga presentado en tiempo y forma por la fiscalía estaba debidamente fundado, ya que respondía a la falta de una prueba científica fundamental para completar la acusación, cuya producción no dependía de la fiscalía sino de un laboratorio externo.
Por otra parte el magistrado ponderó que la Oficina Judicial es un órgano externo de la fiscalía y la fijación de audiencias depende exclusivamente de él, no tiene nada que ver con la actividad de la fiscalía. "La actividad de la Fiscalía no se revela como una inacción injustificada ni tampoco le son oponibles las acciones de terceros por los que no debe responder por no estar bajo su órbita funcional. Decidir en contrario sería de un excesivo rigor formal a través del cómputo de plazos inciertos que aun no habían sido informados por cuestiones ajenas a la fiscalía que lo pidió", sostuvo el juez.
También la resolución tuvo en cuenta: que desde el hecho pasaron menos de diez meses, que durante ese plazo no se constataron dilaciones indebidas, que la actividad desplegada por la fiscalía conforme a la complejidad de la causa considerada en cuanto a su calificación legal y la pluralidad de imputados demuestra una diligencia adecuada durante la investigación e incluso con la presentación de la acusación aun antes de tener un plazo final establecido para ello. Además consideró el juez que para una investigación de este tipo podría contarse con un plazo total de 16 meses. Por este motivo rechazó el planteo de vencimiento de plazo. Y dispuso que avance el proceso según lo establece el Código.

El hecho

El sábado 1 de diciembre de este año, alrededor de las 4.30 horas. Ángel Urrutia protagonizó una discusión con otras tres personas, una de ellas menor de edad, en el interior del bar “El puma”. Los motivos de la discusión probablemente se establezcan durante el debate. Lo que se sabe es que al retirarse del local Urrutia, solo, ebrio e incapacitado en uno de sus brazos por un accidente previo, fue alcanzado por el grupo. Uno de los imputados le habría proferido un golpe de puño desde atrás que le hizo perder el conocimiento y derribarlo. Indefenso y en el suelo, recibió numerosos golpes de sus tres atacantes en la cabeza. La agresión fue letal.