Cuando el consumo de alcohol deja de ser divertido
No es novedad que cuando se supera cierta proporción
de alcohol en sangre se pierde la capacidad motriz fina y gruesa, disminuye la
capacidad motora, se pierde la capacidad de ubicación en tiempo y espacio y
pierde los frenos inhibitorios. "Una persona en ese estado puede ser abusada
sexualmente sin que tenga siquiera noción de lo que le está pasando",
relataba desde la experiencia de la práctica penal, el fiscal Fernando
Rivarola.
El estado de ebriedad genera vulnerabilidad pero
también posibilita la impunidad. El Fiscal Jefe de Esquel y la responsable del
SAVD analizan la complejidad de los hechos producidos en un contexto de consumo
de alcohol u otras drogas.
"Cuando hay duda
de si había conciencia, duda de si la víctima pudo consentir o no, duda de si
el imputado pudo darse cuenta de que la víctima estaba en estado de
vulnerabilidad… todas estas dudas en el proceso democrático, favorecen al
imputado necesariamente. Hay que saber que cuando se consume alcohol o alguna
otra sustancia que actúa sobre el nivel de conciencia, se aumenta
exponencialmente el propio nivel de vulnerabilidad y en paralelo la impunidad
de quien aproveche ese estado. Es una decisión que debe hacerse consciente
antes de beber en exceso, después es tarde", apunta Rivarola.
Luisa Pasquini,
psicóloga del Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito, plantea que es
terrible que la sociedad constituya al consumo de alcohol como un indicador de
la marginación y la estigmatización para las víctimas de abusos sexuales, se
trata de un indicador de vulnerabilidad. Tenemos indicadores estrictamente
victimológicos pero tenemos que comprender el indicador de vulnerabilidad. Por
ejemplo, una persona amenazada que cree en la amenaza es mucho más vulnerable
que una persona que está siendo amenazada pero hace caso omiso de esa amenaza.
Si nosotros decimos que la ingesta alcohólica o de otras sustancias doblega las
fuerzas psíquicas o físicas de la persona, esta persona se encuentra en situación
de vulnerabilidad y por lo tanto el agresor tiene mayor responsabilidad, no
menor responsabilidad.
La responsable del
SAVD Esquel, denuncia que "a veces se lo toma como un indicador de
estigmatización 'ah, si andaba borracha qué podés esperar de ella' y en
realidad es un factor de vulnerabilidad".
Rivarola por su parte
destacó que el Estado Argentino aprobó las 100 reglas de Brasilia sobre acceso
a la justicia de personas en condición de vulnerabilidad, lo que trae
obligaciones para los estados en este sentido. En todos los delitos se debe
analizar el estado de vulnerabilidad de la víctima en varios aspectos: en
algunos casos para ver si se dan las condiciones objetivas de comisión del
delito y otro de los aspectos importantes es para regular la pena. A mayor
situación de vulnerabilidad, mayor aprovechamiento del imputado, mayor
respuesta punitiva.
En lo que tiene que
ver con abusos sexuales y lesiones, las condiciones de vulnerabilidad de la
víctima disminuye la posibilidad de defensa. Para que haya violación, la
persona violada debió ser accedida en una circunstancia en que no pudo
resistirse. Si no hay violencia, no hay intimidación, no hay amenazas pero la
víctima estaba en estado de inconsciencia, también se trata de una violación. El
caso más importante de nuestros días es la ebriedad. Una persona en ese estado
puede ser abusada sexualmente sin que la persona tenga siquiera noción de lo
que le está pasando. En su escasa conciencia hasta puede consentir pero ese
consentimiento no es válido.
Lo mismo sucede en
caso de lesiones. Una persona alcoholizada puede comportarse agresivamente de
modo de inducir al error al otro, haciéndole pensar que está en condiciones de
afrontar una pelea, pero no estándolo por tener visión doble, escasa capacidad
de respuesta, etc.
Adolescencia y alcohol
Pasquini señala que el
alcohol en los adolescentes es utilizado como 'quita penas' o para superar las
inhibiciones que muchas veces son producto de los estigmas sociales. Cómo hay
que ser físicamente, esteriotipadamente, para pertenecer al grupo etario de
adolescentes, qué vestimenta hay que tener, qué conductas hay que adoptar… a
veces como el adolescente considera que no tiene estas características que se
supone que debe tener para participar de una fiesta o estar en situación de
cortejo, entonces utiliza el alcohol para superar las inhibiciones propias de
las exigencias de una sociedad de consumo.
La previa
Este es el nombre que
se suele dar al encuentro de un grupo en alguna vivienda particular, quincho u
otro sitio, antes de salir a los locales nocturnos. En ese encuentro se consume
alcohol, muchas veces en cantidad, diversidad de bebidas y de graduación.
Pasquini decía al respecto que “eso es responsabilidad absoluta de los señores
padres” De alguna manera son los padres los que ponen en situación de
vulnerabilidad y de riesgo a estos jóvenes. La ingesta alcohólica tiene un
riesgo en sí misma que es el coma alcohólico, un riesgo a largo plazo que es la
muerte neuronal, un riesgo subjetivo que es la situación de vulnerabilidad. La persona
en esta situación no solamente puede ser sometida a los demás sino sometida a
situaciones en las que ella no desearía estar. Es una falta de cuidado de los
padres.
El alcohol desinhibe.
Cuando estamos en pleno ejercicio de nuestras funciones frontales tenemos
cierto control de los impulsos. El alcohol desinhibe y labiliza los controles, tanto
en varones como en mujeres. Se ven sometidos a situaciones de violencia o
incluso a hacer cosas que ellos no quieren como una relación sexual no deseada
con consecuencias tampoco queridas.
La responsabilidad civil de los padres
Rivarola recordaba un
dato a tener en cuenta. Los delitos cometidos por menores de edad, sean culposos
(por ejemplo accidentes de tránsito) como dolosos (con intención) tienen
implicancias de responsabilidad civil respecto de sus padres.
Por ejemplo, en el
caso de un homicidio culposo cometido en el contexto de un accidente de
tránsito, los padres responden económicamente por esa muerte ante la demanda
civil.
Una violación no es reparable
Una violación no es
reparable ni para la víctima ni para el imputado.
Si el imputado también
estaba alcoholizado el caso tiene mayor complejidad en lo jurídico ya que es
responsable en tanto que haya tenido capacidad de dirigir sus acciones. El fiscal
decía que "hemos tenido casos en los que víctimas e imputado estaban en
tal grado de ebriedad que ninguno de los dos sabía bien qué había pasado.
Recuerdo varios casos
de reuniones en las que se ponen a tomar y luego se presentan denuncias por
violación y en la investigación surgen varios ADN, con grandes dificultades de
establecer autoría".
El estado de ebriedad
genera vulnerabilidad pero también posibilita la impunidad. Cuando hay duda de
si había conciencia, duda de si la víctima pudo consentir o no, duda de si el
imputado pudo darse cuenta de que la víctima estaba en estado de vulnerabilidad…
todas estas dudas en el proceso democrático, favorecen al imputado
necesariamente. Hay que saber que cuando se consume alcohol o alguna otra
sustancia que actúa sobre el nivel de conciencia, se aumenta exponencialmente
el propio nivel de vulnerabilidad y en paralelo la impunidad de quien aproveche
ese estado. Es una decisión que debe hacerse consciente antes de beber en
exceso, después es tarde.
Alcohol y violencia
La fatídica
combinación de alcohol o drogas y violencia aparece en lugar relevante en la
preocupación de organizaciones gubernamentales y ONGs de todo el mundo. El National
Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism, alerta que "beber torna a las mujeres jóvenes más vulnerables a los ataques sexuales
y a las relaciones sexuales peligrosas y no planeadas. En el recinto
universitario, los ataques, los avances sexuales no deseados y las relaciones
sexuales no planeadas y peligrosas son más probables entre los estudiantes que,
en ocasiones, beben excesivamente —para los hombres, cinco bebidas seguidas;
para las mujeres, cuatro—. Por lo general, cuando una mujer bebe en exceso, se
convierte en una potencial víctima de violencia y abuso sexual." http://pubs.niaaa.nih.gov/publications/WomenSpanish/women.htm
Por otra parte The American Congress of obstetricians and Gynecologists,
recalca casos de lesiones, violencia y agresión sexual, y conducta arriesgada:
·
Lesiones—El alcohol es un factor en más
de la mitad de todas las lesiones por quemaduras y en más de un tercio de los
accidentes de automóviles.
·
Violencia y agresión sexual—El alcohol
juega un papel importante en la violencia doméstica, las agresiones sexuales y
el maltrato de menores.
·
Conducta arriesgada—El uso excesivo de
alcohol, en particular, beber compulsivamente, puede afectar su criterio y sus
decisiones. Por ello, puede estar más propensa a tener relaciones sexuales sin
protección o sexo con varias parejas.
La Organización Mundial de la Salud plantea que el
consumo de alcohol, sobre todo de carácter nocivo o peligroso, es uno de los
principales factores de riesgo de violencia de pareja, y las relaciones entre ambos
fenómenos son numerosas. Esta nota descriptiva detalla lo que se sabe acerca de
cómo influye el alcohol en la magnitud y las consecuencias de la violencia de
pareja, de los factores que incrementan el
riesgo de convertirse en víctima o en agresor, y del papel de la salud pública
en la prevención
La creencia individual y social de que el alcohol
genera agresividad puede alentar a comportarse violentamente después de haberlo
consumido, y también a consumirlo como disculpa por este tipo de
comportamientos.
En un artículo sobre violencia y alcoholismo, Luis Pedro Menacho Chiok se refería a la violencia
de las citas de adolescentes. El alcohol juega un gran papel en las relaciones
abusivas entre adolescentes. Más del
60 % de las agresiones sexuales involucran el alcohol. En efecto, uno de cada
cuatro adolescentes experimentarán abuso sexual o no sexual para cuando
terminen el colegio o lleguen a los 21 años de edad. Las relaciones abusivas
entre adolescentes siguen los mismos patrones de las parejas de mayor edad. Sin
embargo, los efectos de la violencia sobre las adolescentes pueden incluir:
• Desórdenes alimenticios
• Uso de alcohol y drogas
• Dificultades para dormir; enfermedades físicas relacionada con la tensión
• Depresión; tendencias suicidas; mayor aislamiento de los amigos
• Falta de concentración y bajas calificaciones en la escuela.
La relación entre el alcohol y la
violencia es condicional: es la bebida en combinación con otros factores lo que
está en juego. La relación no necesariamente opera en el cerebro de un
perpetrador; el consumo de la víctima es a menudo otro factor en la cadena
causal. De manera más general, la relación opera a través del consumo en su
calidad de práctica cultural y circunstancial. A pesar de que la fuerza de esta
relación varía de una población a otra, la evidencia actual indica que dicha
relación existe en un amplio rango de contextos culturales.
http://www.gestiopolis1.com/recursos7/Docs/eco/violencia-y-alcoholismo.htm#sthash.B2rnwZbC.dpuf
Por último citamos un
artículo que menciona como persisten ciertos prejuicio. En "Problemas
causados por el alcohol y otras drogas", Hesperian
Health guides, se menciona que en
la mayoría de las comunidades, el comportamiento de las mujeres en público está
controlado más estrictamente que el comportamiento de los hombres. Muchas veces
se considera normal que los hombres beban alcohol o usen drogas, pero no las
mujeres. Si una mujer pierde el control de su comportamiento debido al uso
excesivo de alcohol o drogas, se considera que es una ‘mujer fácil’, aunque no
esté teniendo relaciones sexuales con otros.
http://es.hesperian.org/hhg/Where_Women_Have_No_Doctor:Problemas_causados_por_el_alcohol_y_otras_drogas