LA FISCALÍA PIDIÓ QUE SE DECLARE RESPONSABLE A MILIAM
Se trata de la persona acusada de estafar con la entrega de cheques sin fondos a dos particulares a los que compró sus vehículos en abril y mayo de 2007. El Fiscal sostuvo que se trató de un ardid claramente dirigido a estafar a las víctimas. Para Rivarola se trata de una modalidad habitual de estafa que ya no funciona en las ciudades mas populosas y por esa causa se busca nuevas víctimas en lugares mas chicos, donde la modalidad no es tan conocida. El Defensor solicitó la absolución de su representado, negó que hubiera entregado uno de los dos cheques, sostuvo que el otro se lo entregaron a él y señaló que las víctimas debieron ser más prudentes. El Juez, Jorge Eyo leerá la sentencia el martes próximo a las 13:05 hs.
Se trata de la persona acusada de estafar con la entrega de cheques sin fondos a dos particulares a los que compró sus vehículos en abril y mayo de 2007. El Fiscal sostuvo que se trató de un ardid claramente dirigido a estafar a las víctimas. Para Rivarola se trata de una modalidad habitual de estafa que ya no funciona en las ciudades mas populosas y por esa causa se busca nuevas víctimas en lugares mas chicos, donde la modalidad no es tan conocida. El Defensor solicitó la absolución de su representado, negó que hubiera entregado uno de los dos cheques, sostuvo que el otro se lo entregaron a él y señaló que las víctimas debieron ser más prudentes. El Juez, Jorge Eyo leerá la sentencia el martes próximo a las 13:05 hs.
El primero de los hechos ocurrió el 13 de abril del año 2007, alrededor de las 19 hs. Hugo Fernando Miliam se había mostrado interesando en comprar un VW Senda modelo ’92. Acordó con el propietario de vehículo un precio, 11 mil pesos, dio un domicilio falso de Gobernador Costa y pagó $3 mil en efectivo y el resto, 8 mil pesos, con un cheque de pago diferido, correspondiente al Banco Río con fecha de pago 25 de abril de 2007. El estafador dijo en aquella oportunidad que había recibido ese cheque porque trabajaba para una empresa en Río Pico. Estos datos también eran falsos, según el Fiscal, él sabía que el cheque no podía ser cobrado. Cuando el vendedor se presentó a cobrar el cheque el 25 de abril, se lo rechazaron por código postal erróneo, pero luego se estableció que ese cheque había sido robado durante los años 2001 y 2002 a una persona en Trenque Lauquen (Bs. As.).El segundo hecho también ocurrió en Esquel, el 4 de mayo de 2007. El imputado dijo entonces que era oriundo de Comodoro Rivadavia pero vivía en Gobernador Costa - datos falsos- y se mostró interesado en comprar un Peugeot 504 que tenía cartel de venta en una de sus ventanillas. Al otro día concretó la compra. El precio se pactó en $7.800, de los cuales pagó 7 mil con un cheque de pago diferido del Citybank, que también – según la Fiscalía- sabía que nunca iba a poder ser cobrado. La fecha de pago del cheque estaba fijada para el 20 de mayo de ese año. El resto del importe de la compra lo abonó en efectivo ($800). Cuando el vendedor presentó el cheque para cobrarlo, se lo rechazaron por falta de fondos, comprobándose que la cuenta corriente estaba cerrada desde 2004.
Una modalidad de estafa conocida
Si bien no se conocen otras estafas de este tipo en la ciudad de Esquel, en el juicio se conoció que existe un corredor que va desde Bahía Blanca hasta Puerto Madryn donde se compran y venden vehículos usados mediante el uso de cheques incobrables. Los estafadores buscan vendedores que reúnan ciertas características que los conviertan en víctimas potenciales. Como la modalidad se está haciendo conocida en esos lugares, los estafadores comienzan a buscar vendedores “ingenuos” en ciudades más chicas.
El Fiscal, Fernando Rivarola, comparó este tipo de estafa con otras modalidades que luego de agotarse en las grandes ciudades, hicieron su llegada a Esquel. Se refirió a las estafas telefónicas, conocidas como secuestros virtuales, en las que detenidos en Unidades Penitenciarias engañan con sus llamados telefónicos a personas que pagan con las claves de tarjetas de recarga. También en estos casos es difícil imaginar como las víctimas creen lo que se les dice y están dispuestas a prestarse al engaño y pagar. El otro caso citado por Rivarola, es el de las estafas en el cobro de cheques judiciales robados, tal como se dio hace pocos años en Esquel con un cheque del Banco del Chubut por mas de $200 mil.
Características de las estafas
En su análisis de estos casos el Fiscal destacó algunos elementos que son típicos de esta modalidad y que habrían sido empleados por Miliam. Para empezar Rivarola indicó que estas operaciones se pudieron concretar en base a la confianza inspirada por el comprador y la seguridad jurídica que otorga un cheque. En este caso los cheques pertenecían a cuentas corrientes cerradas en el año 2004, tres años antes de la operación en la que se los usó. Los compradores denunciaron luego de intentar cobrar los cheques, de que se los rebotaran y de resultarles imposible comunicarse con el imputado a través del número telefónico que les había suministrado.
Si bien les mostró su documento de identidad, el domicilio que les dio era falso y también era falso que Miliam estaba empleado por la empresa que estaba realizando trabajos viales en Gobernador Costa. A uno de sus compradores le había dicho que la empresa le pagó con el cheque que le entregaba en ese momento.
Los días en los que se realizaron las operaciones son típicos de estas estafas ya que no hay bancos para poder corroborar la cobrabilidad del instrumento de pago. Fiscalías de ciudades mas grandes hay dado a conocer alertas, indicando a la población que no realice operaciones de compraventa de vehículos entre particulares los viernes o sábados. Estas dos operaciones que se investigan en el juicio, se hicieron viernes y sábado y lo mismo ocurrió con otra operación por la que también se investiga a Miliam en jurisdicción de Río Negro.
Cheques fuera de circulación
El formato de los cheques usados por el imputado ya habían salido de circulación, reemplazados por otro formato, para la fecha en la que se los usó. Uno de los testigos, una persona que trabaja con varios bancos, sostuvo que si le presentaban ese instrumento habría sabido inmediatamente que se trata de una estafa, justamente porque su formato no estaba vigente. Rivarola indicó que esto evidencia la falta de experiencia de las víctimas, desconocedoras de esto y también de las previsiones que deben tomarse ante operaciones de este tipo.
Para el defensor no hubo ardid
El Dr. José Colabelli, Defensor de Miliam, sostuvo la inocencia de su representado. Desconoció que haya pagado con un cheque a la primera de las víctimas, ya que en el contrato de compraventa no se especifica que parte del pago no se hubiera realizado en efectivo; y explicó que el otro cheque Miliam lo recibió como pago por un vehículo que había vendido.
Respecto del engaño, el letrado indicó que debe ser suficiente y proporcional para los fines propuestos y en estos casos no lo fue. Para él, esa idoneidad del engaño no estuvo debidamente acreditada. “No hubo en ninguno de estos dos supuestos al acción de engañar por parte del señor Miliam, tampoco se le puede atribuir que la entrega del cheque haya sido el elemento para acreditar crédito o confianza suficiente para producir en los denunciantes el error que alegan”, indicó. El letrado sostuvo que la disposición patrimonial fue realizada por las dos víctimas, en virtud de los pagos que estaban realizando, por el precio de los rodado “y porque era un pingüe negocio”.
Para el Defensor no hubo daño patrimonial ya que, en el primero de los hechos desconoce que parte del importe se haya pagado con un cheque y en el segundo el vehículo está secuestrado y aun se halla registrado a nombre del damnificado con lo cual solo debe reclamarlo, y en tal caso tiene en su provecho el dinero que le había entregado Miliam en efectivo.
“Acá hubo negligencia de las víctimas en controlar la operación jurídica que estaban realizando”, sostuvo Colabelli al pedir la libre absolución de su cliente.
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