jueves, 3 de junio de 2010

Homicidio de Miranda Vargas

¿CULPABLES O INOCENTES?

La Fiscalía sostuvo que se trata de un homicidio calificado por el concurso premeditado de más de dos personas. La defensa insiste con que no pudo haber premeditación y que ninguno de los participantes tuvo conciencia de sus actos. El Ministerio Fiscal propuso una acusación supletoria para el caso en que el Tribunal no considere que existió coautoría de los tres imputados, indicando la coautoría de dos de ellos y la participación necesaria o secundaria de la menor. También Rivarola acusó por Robo calificado por realizarse en poblado y en banda, en relación a la comida que los imputados habrían sustraído luego de cometer el crimen. Para el acusador, si los imputados no hubieran tenido la directa intención de matar, al menos podrían haber previsto esa posibilidad por el tipo de agresión con que arremetieron contra la víctima.


El comienzo de los alegatos estaba previsto para las 7:30 hs. sin embargo se demoró aproximadamente una hora por inconvenientes en el traslado de uno de los imputados desde la localidad de Trevelin.
Ya en la sala, uno de los hijos de la víctima se sentó junto al Fiscal, ya que fue durante todo el proceso el interlocutor entre la familia de Miranda Vargas y la Fiscalía. Rivarola agradeció ese acompañamiento y señaló que la colaboración de la familia ayudó en mucho a llevar la causa adelante. Del otro lado los imputados se ubicaron junto al Defensor y el representante de la Asesoría de Menores. La menor imputada se sentó medio metro más atrás, al lado de su madre, en el sector del público.

Alegato Fiscal

Fernando Rivarola expuso detalladamente su caso, resaltando como se logró probar cada uno de los extremos propuestos en la acusación y el alegato de apertura. La abundante prueba, ciertos pormenores de la conducta que habrían desarrollado cada uno de los involucrados en el hecho y los antecedentes que habrían motivado el brutal crimen, fueron indicados por el Fiscal como elementos que se destacan en esta causa.
Según esta teoría todo habría comenzado el 24 de junio de 2009, cerca de las 21 hs. en el domicilio de Miranda Vargas. En esa oportunidad resultó con lesiones el hermano de Alvarado. Este habría sido el detonante de la venganza que terminó con la vida del “chileno cordobés”.
Para Rivarola, Leopoldo Alvarado y cuatro menores, cuatro días después de ese hecho, decidieron ir a tomar revancha con el agresor. En la casa de Miranda Vargas había otros dos hombres mayores que se encontraban tirados en un colchón. Alvarado y los menores irrumpieron y golpearon inmediatamente a Miranda. La contundencia de los golpes lo inhibieron de resistirse. Cayó al piso y allí Alvarado y el joven de 16 años lo patearon violentamente en la cabeza. Uno de los jóvenes de 15 años se fue de regreso a la casa de la que habían partido, el otro se quedó y habría tenido alguna otra patada. Antes de inmovilizarlo había intentado refugiarse en alguna habitación pero fue arrastrado por el menor de 16 años. El grupo actuó como un elemento inhibitorio. Los dos testigos temieron por su vida y no actuaron. Se limitaron a dar aviso a las autoridades, asustados, pidiendo ayuda.

Saña

Dos de los testigos utilizaron este término para hablar de lo sucedido en la causa que se investiga. Rivarola lo recordó en su alegato para acreditar el “dolo directo”, es decir, la clara intención de matar. Que luego de cometido el crimen se llevaran la olla de comida mas alimentos crudos y salieran riéndose, también fue valorado como un indicativo de la voluntad que los llevó a atacar a Miranda.
El Fiscal destacó que todo lo sucedido da clara cuenta de la realidad social de los imputados y del riesgo social al que están expuestos los menores.
Finalmente Rivarola pidió condena para los tres imputados.

Pedido de justicia y agradecimientos

El hijo de la víctima habló al finalizar el alegato Fiscal. Pidió justicia para toda la sociedad y fundamentalmente para los que quieren vivir en paz y respetar la vida como el bien mas preciado. Luego agradeció a cada uno de los que intervinieron en la investigación de la causa, particularmente al Fiscal por la dedicación puesta en el esclarecimiento del hecho.


La Defensa

El Dr. Julián Ripa defendió la inocencia de sus representados. En relación a la menor sostuvo que no tuvo ningún tipo de participación en el hecho y que tampoco se puede alegar que su presencia resultara intimidatoria, por esto pidió su libre absolución.
En cuanto al menor señaló que su vida estuvo signada por la violencia y el alcohol, que no conoce otros códigos, que se crió sin su madre y sin una figura paterna adecuada. Resaltó que la alta vulnerabilidad sumada a su corta edad, llevó a que no tenga cabal conciencia de la criminalidad de sus actos y que por lo tanto no tenga culpa en relación a estas acciones.
Sobre Leopoldo Alvarado dijo que estaba absolutamente alcoholizado, que con la graduación alcohólica que se encontró en su sangre no puede esperarse que tuviera conciencia de lo que hizo. “El alcohol fue el detonante” sostuvo el defensor y resaltó que en caso de no estar en ese estado, Alvarado no hubiera cometido el crimen.
La Asesoría de menores adhirió a lo expuesto por el Defensor.

La sentencia

El tribunal dará a conocer la sentencia el martes a las 8 hs.

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