miércoles, 11 de agosto de 2010

Homicidio de Iván Bustos


EMILIO PACHECO FUE ENCONTRADO CULPABLE POR EL TRIBUNAL

Los Dres. Jorge Criado, Ricardo Rolón y Alejandro Defranco encontraron acertada la interpretación de los hechos realizada por los acusadores y declararon penalmente responsable al imputado, de los delitos de Homicidio Simple y Lesiones graves, apartándose de la calificación como homicidio en grado de tentativa postulada. Conocido el veredicto Martín Zacchino solicitó el dictado de la prisión preventiva para Pacheco y pese al rechazo del Defensor Oscar Colabelli, el Tribunal la concedió. Este jueves a las 8 hs. se realizará el juicio por la pena y con posterioridad una audiencia para revisar la medida de coerción dictada, solicitada por la Defensa.
Es la primera vez que en la ciudad de Esquel, un Tribunal Penal dicta su veredicto inmediatamente después de la exposición de los alegatos de las partes.

Jorge Criado, presidente del Tribunal fue quien tuvo a su cargo la comunicación de lo resuelto a las partes y al público presente. Sostuvo que el Tribunal encontró culpable al imputado y anticipó algunos de los argumentos que fundamentarán la decisión en los votos que integrarán la sentencia.

Acuerdos y diferencias

En sus alegatos la Fiscalía y la Querella por un lado y la Defensa por otro, ofrecieron una reconstrucción de lo sucedido el 4 de enero de 2009 en Carrenleufú. No discutieron ni la fecha, ni la hora, ni el lugar… ni siquiera que Pacheco fuera el autor de las lesiones que terminaron con la vida de Iván Bustos y las graves lesiones a Rojas.
El punto en el que se dividieron las aguas estuvo dado por la secuencia en la que se desencadenaron los hechos y en consecuencia en el grado de responsabilidad que en sus consecuencias, cabe a uno y otro de los protagonistas.

Problemas de antiguo

Las diferencias entre Bustos y Pacheco, a decir de Zacchino, “tenían nombre de mujer”. Pacheco había hablado alguna vez con la mujer de Pacheco y aquella tarde, mientras todos estaban en el predio de la Fiesta del Salmón del Pacífico, en más de una oportunidad había pasado al lado tirándole besos y haciendo algunos gestos.
Cuando en la noche se encontraron fortuitamente el vehículo conducido por Bustos y el que manejaba Pacheco, antes de cruzar una alcantarilla, Pacheco sabía que quien estaba en el auto que se detuvo delante suyo era Iván Bustos. Lo sabía y aun a sabiendas de que bajar a hacerle algún reclamo podía despertar una reyerta, bajó y fue a reclamarle a través de la ventanilla baja del conductor.

La secuencia de las lesiones

Las lesiones constatadas en la víctima y la declaración de varios testigos, dan cuenta de un golpe de puño propinado por Pacheco a Bustos mientras este permanecía sentado al volante. En su declaración Pacheco negó que esto hubiera ocurrido y el Tribunal lo encontró mendaz.
Luego de esto Pacheco tomó un palo y golpeó con él a Bustos, quien ya había bajado del rodado en el que estaba acompañado de su medio hermano y de otras tres personas sentadas en el asiento trasero. Su hermano Rojas, intentó bajar en su auxilio pero la puerta no funcionó, estaba trabada y debió salir por la ventanilla. El tamaño de Rojas hizo que esta salida se demorase mientras avanzaba el ataque del agresor. Pacheco y su Defensor, José Colabelli dijeron que ambos habían bajado a la vez del rodado, obligándolo a defenderse de un ataque primero con el palo que le fue arrebatado sin lograr emplearlo, por lo que debió echar mano a un cuchillo que tenía en el buche de la puerta de su auto.
Para los acusadores, y también para los magistrados, esa versión es incompatible con la prueba. Rojas debió demorarse y cuando logró bajar lo hizo en defensa de su hermano que era atacado por Pacheco. Primero con el palo, luego el imputado perdió, dejó o le arrebataron el palo y se hizo de un cuchillo con el que tajeó a Bustos y luego le aplicó una puñalada mortal atravesando uno de sus pulmones.
Al llegar Rojas también fue lesionado con una puñalada en su estómago. La intervención quirúrgica permitió que su vida lograra salvarse.

Un cuarto en la contienda

En su declaración testimonial, Rojas sostuvo que uno de los sujetos que viajaba en el vehículo con Pacheco, le arrojó una botella cuando él pretendía acercarse en auxilio de Bustos. Nadie más notó esto, pero la botella fue encontrada a la vera del camino en una posición compatible con la versión dada. Para Rojas eran dos los sujetos que estaban atacándolos, sin embargo solo procuró auxiliar a su hermano que estaba siendo brutalmente agredido.

El gendarme

Un gendarme intervino en la contienda separando a los participantes, le dijo a Pacheco que se suba al vehículo, que ya le había tomado la patente y que lo espere en el puesto de Gendarmería. Mientras Pacheco se apartaba, las víctimas arrojaron piedras contra el auto. Las piedras que se encontraron dentro del habitáculo estaban manchadas en sangre.

Supo y quiso

El Tribunal valoró que el examen mental realizado indica que el imputado puede comprender y dirigir sus actos. También entendió que existió una agresión ilegítima practicada por este al bajar de su vehículo y golpear a Bustos, y que esto indica que la acción desplegada por las víctimas estaba legitimada. Traducido esto, quiere decir que la teoría de la Defensa, alegando la Legítima defensa de su imputado y por lo tanto que habría estado legalmente habilitado para actuar, no es admisible. No siéndolo, tampoco lo es la segunda postulación de Colabelli, “el exceso en la legítima defensa”.
Pacheco es entonces declarado responsable de los delitos de Homicidio Simple en concurso real con Lesiones Graves. El jueves se decidirá el monto de la pena.

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