lunes, 3 de diciembre de 2012

Homicidio de Diego Hernández

COMENZÓ EL JUICIO




El hecho data de abril de 2010, sus características, las circunstancias que lo rodearon y como esto impactó en la investigación, tuvieron fuertes implicancias en el transcurso del tiempo. Este lunes comenzó el juicio en que dos jóvenes son acusados por la Fiscalía como autor y partícipe del desenlace fatal de una madrugada violenta. Participó de la primer jornada de juicio el padre de la víctima, aunque desistió de la querella.

La complejidad del caso fue explicitada en los alegatos de apertura de las partes. El fiscal, Hernán Dal Verme manifestó quelos episodios tuvieron lugar el 24 de abril de 2010, entre las 2:30 y las 2:40 hs., en la intersección de las calles Carlos Gardel y Río Negro del Barrio Ceferino en Esquel. Fue cuando se cruzaron dos grupos antagónicos frente a un comercio. En uno de los grupos estaban Ezequiel Reina y Diego Andrés Hernández, en el otro Raúl Walter Bujer (uno de los imputados) y otros dos jóvenes. A raíz de un altercado Bujer habría extraído un arma de fuego de puño y realizado disparos. Reina respondió lesionando a uno de los jóvenes y a Raúl Bujer en la mano derecha. Por este hecho Reina reconoció su responsabilidad en un juicio abreviado.
A raíz de este episodio, Hernández y Reina fueron a la casa de este último, mientras que los otros tres partieron a la casa de Matías Bujer. Allí, según sostiene la acusación, el dueño de casa le entregó un arma larga calibre 22 a su primo, y juntos, acompañados de otras dos personas no identificadas, se encaminaron al domicilio de Reina, con la intención de darle muerte en venganza por lo sucedido.
Los ocupantes de la vivienda vieron venir al grupo agresor munido de armas y arrojando piedras, se ocultaron en el interior del inmueble y apagaron la luz. Con las víctimas acorraladas, al llegar a la vereda de la vivienda, Raúl Bujer habría divisado figuras humanas en el interior de la morada y disparó contra ellas. Uno de los disparos impactó en la ventana, quebrando el caño de agua. El otro, atravesó el vidrio y luego se alojó en la cabeza de Diego Hernández. Los imputados siguieron arrojando piedras, luego fueron a la casa de Matías Bujer (el segundo de los imputados) y se dispusieron a regresar para continuar con la agresión cuando fueron interceptados por la policía.
 
Dal Verme explicó que el protagonismo de dos grupos antagónicos trajo problemas a la investigación, desde la primera intervención policial al momento de ocurrido el hecho. Los partícipes agredieron a los uniformados con piedras y disparos. Por otra parte los testigos se sintieron altamente atemorizados por la violencia extrema del hecho y esto se notará al momento de su declaración en el juicio, según vaticinó el acusador.

Por su parte Marcos Ponce, defensor de ambos imputados, sostuvo que no discutirá que la muerte se produjo a raíz del enfrentamiento de grupos antagónicos, sin embargo anticipó que la Fiscalía no podrá probar con el grado de certeza necesario en un juicio, que sus defendidos tuvieron la participación que se les achaca y por lo tanto solicitará que sean sobreseído al finalizar el debate.

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