En los primeros
minutos del domingo, Franco Daniel Antieco murió de forma violenta en el
interior de una vivienda del Barrio Matadero. El autor se entregó a la policía
y en la audiencia de control dio detalles de cómo habría ocurrido el hecho.
La policía tomó intervención por un llamado que hizo el
propio imputado desde la casa de su hermana. Fue con los uniformados a la
vivienda y como había dejado las llaves en un taxi, les pidió que fuercen la
puerta. En el interior del monoambiente yacía el cuerpo de Antieco.
Por disposición de la Fiscalía fue detenido hasta la audiencia
realizada a las seis de la tarde.
“Me defendí con un
fierro”
El imputado quiso hablar en la audiencia y respondió sin
dudar todas las preguntas que le formuló el fiscal Fernando Rivarola.
Según su versión se acostó a dormir a eso de las 23 hs.
Dormía profundamente cuando lo despertaron violentos golpes en la puerta y
alguien que lo llamaba a los gritos. Asustado se puso un pantalón, miró por la
ventana y vio a su primo que le insistía en que le abra la puerta. Abrió y
Antieco entró con una botella en mano diciendo que iba a tomar. El le dijo que
no quería, que al otro día debía trabajar, pero su primo insistió violentamente,
“me agarró del cogote”, sostuvo. Discutieron, Antieco le partió la botella en
la cabeza y lo golpeó contra la pared, según el relato del imputado. Luego este
le pegó una patada y cuando su primo estaba en el piso agarró un trozo de caño
de gas que tenía bajo la cama para defenderse. Con el caño le pegó al menos
tres veces en la cabeza y lo dejó tendido en el suelo.
Tomó sus
objetos de valor, una bordeadora y un alargue, se calzó unas zapatillas, cerró
la puerta con llave y se fue para la casa de su hermana. En el camino subió a
un taxi, ahí olvidó las llaves. Al llegar le contó a la hermana lo sucedido y
llamó a la policía.
Sus dichos
coinciden con el relato policial, con los elementos secuestrados y con golpes
que le fueron constatados en su cabeza, labio y otras partes del cuerpo.
El defensor
Marcos Ponce no cuestionó la detención, ni la descripción del hecho dada por la
Fiscalía “sin que esto implique a priori un reconocimiento de autoría”, aclaró.
Peligro leve
Rivarola
analizó el hecho y los elementos reunidos por la investigación. Reconoció que
el imputado tiene arraigo en la ciudad, tiene un domicilio estable, familia y
trabajo. También tuvo en cuenta que los elementos necesarios para la
investigación ya fueron secuestrados por la policía y que el imputado tuvo una
actitud colaborativa para con la investigación.
El fiscal
entendió que pese a encontrarse frente a un hecho grave, debe computar a favor del
imputado la actitud que asumió poniéndose a disposición de la justicia, y
también la versión de los hechos ofrecida por este, alegando una situación de
legítima defensa, que con los elementos reunidos hasta el momento, no puede
descartarse.
Para
asegurar que el imputado esté a disposición de la justicia, Rivarola solicitó
que fije domicilio y se presente una vez por semana en la Oficina Judicial,
mientras avanza la investigación.
Marcos
Ponce estuvo de acuerdo con las medidas.
La juez de turno, Anabel Rodríguez declaró legal la detención, formalizó
la investigación, fijó domicilio del imputado y le impuso la obligación de
presentarse una vez por semana en la Oficina Judicial.
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