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miércoles, 17 de diciembre de 2014
Amenazas y coacción agravada
Un hombre desde Ciudad Autónoma de Buenos Aires
amenazaba y coaccionaba a un vecino de Esquel de forma anónima. La víctima no
sabía quién o quiénes estaban tratando de arruinar su vida, ni siquiera
imaginaba que aquellas acciones se generaban a dos mil kilómetros de distancia.
La investigación del Ministerio Público Fiscal logró identificar al presunto
autor y el martes formalizó la investigación en una audiencia de la que el
imputado participó por sistema de videoconferencia.
Carlos Iglesias
Fernández sería el autor de innumerables llamados anónimos realizados desde
distintas líneas telefónicas, de numerosos mail enviados desde distintas
cuentas, y de publicaciones en redes sociales y sitios de internet. Estas acciones
se habrían iniciado en octubre de 2011 y se prolongaron hasta los primeros
meses de 2013. Su accionar estuvo dirigido a hostigar y acosar a la víctima, entre
otras cosas, “mediante la constante amenaza de efectuar imputaciones contra su
honor en el ámbito de su familia, lugares de trabajo, círculo de amistades,
hasta que “… deba irse de la ciudad …”, llegando a manifestarle el 08 de
septiembre de 2012 en comunicación realizada a su teléfono fijo “... vas a ser
boleta “., recibiendo su hermana un llamado similar anónimo alertándola “… que
iban a matar a su hermano”. Asimismo, cuando la víctima procedía a apagar el
celular o dejaba de atender el teléfono fijo, el imputado por sí o por terceras
persona le hizo llegar mensajes a su correo electrónico anunciándole que: “… si
no prendía el teléfono iban a “… ir por su hijo…” y que comenzarían a divulgar
a manera de escrache público, circunstancias de su vida privada que lo
perjudicarían”, enuncia la imputación fiscal.
Fernanda Révori,
indicó que el acusado habría actuado con colaboración de otras personas,
probablemente de Esquel, cuestión que la investigación intenta establecer. Este
accionar fue ininterrumpido para intimidar a la víctima con el fin de
infundirle temor e intranquilidad, menoscabando su libertad.
El hecho fue calificado como amenazas agravadas en
concurso real con coacciones agravadas.
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