"Esto no se hace"
El abordaje
que el Ministerio Público Fiscal realiza frente a las denuncias de abuso
sexual, además de legal, es victimológico. Un equipo de profesionales,
compuesto por psicólogos, trabajadores sociales y abogados especializados, acompañan
a la víctima en su paso por el proceso. En este artículo la Lic. Luisa Pasquini
nos explica en qué consiste el "hechizo", qué condiciones son necesarias
para que se produzca y cómo prevenirlo, entre otros aspectos.
El abuso intrafamiliar comienza con un abusador que "cuida" de
manera insidiosa a la víctima, sometiéndola a través de lo que Reynaldo Perrone
llamó el hechizo, envolviéndola en una perversión. "Muchas veces la madre
de la niña no puede leer los indicadores del abuso, no es que sean madres
entregadoras, que las hay, pero en la gran mayoría no pueden leer los
indicadores por la peculiar relación perversa que tiene el abusador intrafamiliar
con ellas: hija, hijastra, sobrina, nieta… entonces todo este circuito perverso
de la naturalización de ciertas prácticas va generando que se instale el abuso
y también va generando que pase desapercibido", indicó Pasquini. Por eso
muchas madres no creen. En la mayoría de los abusos se produce una disociación
tal que hay una parte del psiquismo que no incorpora esa verdad. La única
manera de que el psiquis pueda soportar semejante vida es a través de la
disociación. Esta disociación también hace que haya una especie de ensueño o
confusión y todo esto enferma al psiquismo. A eso se debe la importancia que
cobra la entrada de la ley ‘esto no se hace, esto pasó, esto no corresponde y
merece una sanción’.
Un texto de Elena de la Aldea habla del gran valor de la denuncia, solo
de la denuncia. Tiene el valor de labilizar esta disociación que es tan mala
para el psiquismo, de autorizar la verdad y de introducirla, que no es poco. Y
que esta verdad, de alguna manera, sea enlazada con el resto del psiquismo y
que la mentira, la perversión, sea destituida porque entró la ley.
La casuística
Cada caso es absolutamente singular. Lo que suele suceder es que las
madres que fueron abusadas implementan el mecanismo de la disociación y no
tienen el alerta para leer los indicadores del abuso. Muchas veces cuando hay
abuso de un niño o niña y hay entrevistas con la mamá para que ayude a
fortalecerlo, aparece en ella el relato del abuso. Este mecanismo de
disociación para negar el abuso sigue funcionando de alguna manera y las
personas dicotomizan la realidad a la manera de la histeria, diría Freud, y no
ven estos indicadores.
Para que
exista abuso…
Para que exista abuso tiene que haber dos condiciones: el secreto y la
desprotección.
En principio lo que resuelve este
tema es la autoestima y la confianza. El niño tiene que tener confianza
básica, en sí mismo y en los proveedores externos. Cuando se establece un
vínculo de confianza difícilmente se pueda instalar el secreto. El secreto
sostiene a la desprotección. Y la desprotección de alguna manera sostiene esta
paradoja, porque un niño abusado es el garante de la seguridad de la familia,
porque está siendo amenazado, además. La paradoja es que es la víctima y además
tiene el poder para ser el garante de la seguridad familiar. Estos son
mecanismos psíquicos muy complejos que tiene que implementar un ser que no está
preparado. El abuso por definición es introducir la sexualidad en un ser que no
está preparado, contamina todo el psiquismo y obliga a implementar mecanismos
de defensa para los que la víctima no está preparada.
El abusador "cuida" de la víctima, se considera el dueño de su
cuerpo y su sexualidad, entonces seguramente empieza con hechos de
naturalización el abuso. Como palabras, gestos, caricias que van penetrando el
cuerpo, y después de alguna manera sigue un proceso. Es frecuente que se
produzca en el despertar de la pubertad.
El Dispositivo
de AS
A criterio de la responsable del SAVD en Esquel, la disponibilidad del
Dispositivo de Abuso Sexual en los centros de salud de toda la provincia,
cambió varias cosas. Se trata de un dispositivo médico legal y en ambos
aspectos tiene implicancias preventivas. Desde lo legal tomar las muestras y
recaudos indispensables para asegurar la prueba que de otro modo se perdería o
se contaminaría, y desde lo médico prevenir las enfermedades de trasmisión
sexual y el embarazo no querido. "Es muy importante que se tenga en cuenta
siempre el dispositivo. Que alguien que pasa por una situación de abuso acuda
inmediatamente a un centro de salud. El dispositivo está en toda la provincia y
los operadores de salud están muy concientizados sobre su aplicación",
apuntó Pasquini.
Cámara Gesell,
una visión más allá del derecho
Consultada sobre el actual funcionamiento de la Cámara Gesell en Esquel,
Pasquini indicó que, a su criterio, es importante evitar que haya tantas
personas en la retrocámara. El dispositivo de Cámara Gesell es un dispositivo
terapéutico que se aviene a aplicarse en la justicia para proteger a la víctima.
En principio en la retrocámara debiera haber un coterapeuta, que no importa quién
lo aporte, simplemente debe tratarse de una figura que brinde aspectos de
seguridad para la persona que está declarando. Es muy difícil para alguien que
está declarando saber que del otro lado, inmediatamente detrás del vidrio, está
su agresor. Porque paradógicamente la mirada del otro es uno de los modos de
cometer el abuso, es uno de los instrumentos. Perrone dice que lo son la mirada
y el tacto. Y esto de quedar expuesto a la mirada es muy difícil sostenerlo.
Con el sistema de circuito cerrado, si bien lo estaría mirando, hay una
diferencia: la no proximidad. Porque si está en la retrocámara, quién declara
siente los ruidos, siente lo que se habla, se abre muchas veces la puerta. En
cambio por un sistema de teléfonos y circuito cerrado, la retrocámara no se
abriría, la niña no siente ruido, no siente personas hablando y no tiene la
inmediatez de la presencia. Todos sabemos que cuando le tenemos miedo a algo,
cuando más lejos esté, mejor. "Es tan simple como eso", concluyó.
Sobre el tratamiento victimológico, Luis Pasquini opinó que en líneas
generales tenemos buenos resultados en el proceso de acompañamiento, pero falta
una vuelta de tuerca. El abuso produce secuelas y una de ellas es la
promiscuidad sexual porque se destruye el mapa de amor. La sexualidad queda
reducida a la genitalidad. "Creo que tendría que haber un circuito de
tratamiento psicológico que pudiera dar continuidad al trabajo victimológico
cuando concluye la competencia del SAVD", una vez finalizado el proceso
penal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario