DOS AÑOS Y MEDIO DE
PRISIÓN
En un juicio
abreviado Roberto Gabriel Pan Sotile y Gustavo Darío Ibañez confesaron ser los
autores del robo a la conductora de un remis el 22 de agosto del año pasado.
Por el hecho, si el juez homologa el acuerdo de partes, se los condenará a una
pena de dos años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo. La Fiscalía
solicitó que se los declare reincidentes. El martes próximo el Dr. Javier
Allende leerá su sentencia.
El
22 de agosto de 2012, en horas de la noche, aproximadamente a las 21:30 horas,
dos jóvenes requirieron desde la terminal de Epuyén un servicio de Remis. Fue a
buscarlos una mujer a bordo de un Chevrolet Corsa, subieron, uno en el asiento
de adelante (avanzada la investigación se sabría que fue Pan Sotile) y otro
detrás de la conductora (Ibañez). Los pasajeros dijeron que viajarían a la
ciudad de Esquel, la mujer les adelantó que el costo del viaje era de $400 y
ellos se mostraron de acuerdo.
Al
llegar a la altura de la estación de servicios Petrobras (ingreso a Esquel), la
hicieron doblar a la izquierda por una calle de ripio y luego al llegar a un
barrio le dijeron que doblara a la derecha. Entonces Ibañez la tomó del cabello
tirándola hacia el respaldo del asiento, y le dijo “esto es un asalto, tuvimos
un día malo”, mientras el que Pan Sotile tomó la billetera con la recaudación y
unas monedas. Luego Ibañez agarró la cartera de la mujer, la abrió y sacó otra
billetera con dinero y un celular. Uno de los asaltantes arrancó el micrófono
de la radio, lo tiró dentro del auto, y la amenazó diciéndole que no haga nada
que sabían donde trabajaba y cosas similares, para luego darse a la fuga.
La
investigación posterior permitió determinar quienes habían sido los autores del
hecho.
Los
dos reconocieron su autoría, Ibañez dijo que quería pedir disculpas a la
damnificada y que el tiempo que lleva detenido en Esquel le permitió conocer
otra vida posible, diferente de lo que vivió desde niño en las calles de Buenos
Aires, que quiere cambiar y se propone seguir estudiando. En su caso, que se
encuentra cumpliendo libertad condicional en el marco de una condena previa
dictada por un juez federal de Buenos Aires, la unificación de ambas penas la
deberá decidir aquel juez y también el lugar donde deberá cumplirla. El
imputado suplicó que le permitan cumplir la pena en Esquel. El juez Javier
Allende le explicó que esta decisión no está bajo su esfera, pero se
comprometió a consignar este pedido en su sentencia para que sea tomado en cuenta
por el juez federal.
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