El juez Jorge
Criado coincidió con el planteo de la fiscal María Bottini, el imputado en cuestión
gastó todas sus chaces y la única opción disponible es la continuidad de su
prisión preventiva hasta el juicio. Al imputado se lo acusa por diversos hechos
de daño, robo y amenazas, todos teñidos de cierta violencia. Si resulta
condenado deberá cumplir prisión efectiva, no solo por el monto de la pena sino
porque además se le revocaría la ejecución condicional de una pena de tres años
que le fue impuesta en marzo de 2013.
La audiencia preliminar se desarrolló el jueves por la
mañana en los tribunales de Esquel. La acusación se formuló por hechos
ocurridos entre octubre de 2013 y febrero de 2014. En uno de los hechos el
imputado entró a un local comercial de Gualjaina acompañado por otras dos
personas, generó daños en el local, se fue, luego regresó, amenazó con un
cuchillo al dueño del local y sus cómplices se llevaron varias cervezas. Más
tarde iría a la casa de la madre de un testigo, armado y amenazante,
preguntando por él. Días después protagonizó otro hecho violento en la vía
pública, golpeó con su puño un espejo lateral de una camioneta que circulaba
por la Av. Benito Fernández en el contexto de una caravana partidaria. Con el
golpe rompió y arrancó el espejo.
A los pocos días se habría apropiado de seis corderos
de la escuela 99 de Costa de Lepá, los habría faenado y guardado en bolsas de
consorcio a la vera del arroyo y trasladado en una camioneta a su vivienda.
También se lo acusa de romper el vidrio frontal de una
vivienda y dañar con un cuchillo la puerta de entrada, y, en Esquel, de
amenazar de muerte a su hermana y su cuñado, empuñando un cuchillo, además de
cortar las cubiertas del vehículo familiar.
Desde marzo de este año cumple prisión preventiva y la
fiscal a cargo de las investigaciones no encuentra alternativa para llegar de
la mejor forma al debate. A su criterio existe riesgo de fuga y es evidente la
posibilidad de riesgo procesal. El imputado había incumplido una medida de
arresto domiciliario, y este antecedente procesal, sumado al resto de sus
conductas, hizo descartar por la acusadora cualquier alternativa que implique
necesariamente algún tipo de confianza depositada en él.
El defensor Julián Ripa presentó la prueba que llevará
al juicio, no cuestionó la acusación pública, pero rechazó la imposición de
prisión preventiva. Para el letrado la medida puede sustituirse con arresto
domiciliario. A este respecto aclaró que el incumplimiento anterior fue porque
su defendido no había comprendido los alcances de la medida, se encontró con
una situación de emergencia familiar y salió del domicilio pero sin ánimo de
incumplir. "Ahora ya tiene claro el alcance de la prohibición",
sostuvo.
Jorge Criado decidió mantener la prisión preventiva, a
su criterio no variaron las circunstancias desde que la dispuso en una
audiencia anterior, el único cambio es que ahora se encuentra más próximo el juicio
y la amenaza de pena es más palpable.
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