COMENZÓ EL JUICIO SIN LA VICTIMA Y CASI SIN TESTIGOS
Se juzga un hecho ocurrido
el 25 de enero de 2014 en Tecka. El imputado es un policía a quien se le acusa
de haber abusado del arma que portaba en un procedimiento. Llamativamente a la
hora de comenzar el debate no se había presentado la víctima ni los testigos,
pese a habérsele gestionado un pasaje al primero y disponer de un vehículo
oficial en Tecka para trasladarlos a todos.
Joel Borquez es el damnificado. Vivía en Tecka cuando ocurrieron los
hechos pero ahora reside en Comodoro Rivadavia. El Ministerio Público Fiscal sacó
el pasaje que Borquez debía retirar en la terminal de ómnibus de Comodoro para
viajar a Tecka y desde allí sería conducido el lunes a primera hora hacia Esquel
junto al resto de los testigos en un vehículo oficial. No retiró el pasaje, ni
se presentó nunca en el punto de encuentro. Tampoco atendió los múltiples
llamados que le efectuaron el mismo lunes a su teléfono.
Varios testigos debían ser trasladados junto a él. Solo dos se
presentaron. Se trata de dos jóvenes menores de edad que declararon con
posterioridad al alegato de apertura de las partes. El Fiscal pidió que se
aplique la compulsa de quienes no asistieron voluntariamente, tal como lo prevé
la ley para esos casos.
Fernando Rivarola es el fiscal que llevó este hecho al debate. Relató
que el 25 de enero de 2014 aproximadamente a las 20:45 hs. Joel Borquez se hallaba
en la plaza de Tecka jugando al futbol con amigos. Otras personas estaban en el
mismo predio bebiendo alcohol y probablemente produciendo daños. Una vecina alertó
a la policía, llegando al lugar una comisión integrada por Ricardo Gabriel
Corbalán y tres agentes. Corbalán portaba una escopeta con cartuchos de goma.
Los efectivos policiales detuvieron a dos ciudadanos por infracción
contravencional, Joel Borquez de 19 años, tomó intervención. El joven tenía por
entonces conflictos con personas de la localidad y también con el personal
policial. Trató de impedir con insultos que los uniformados trasladasen a los
detenidos. Ante esto Corbalán cargó el arma y le apuntó al pecho a muy corta
distancia. De modo tal que Borquez tomó el arma por su caño apuntándola hacia
abajo, efectuando Corbalán un primer disparo que le impactó a Borquez en el pie
derecho. Este se alejó a la carrera y Corbalán le efectuó dos disparos mas, uno
le impactó en la altura de la cintura y el otro en el brazo derecho entre la
axila y la tetilla.
La Fiscalía basa su prueba en las declaraciones testimoniales de los
protagonistas y de otros testigos presenciales, del personal policial que
intervino y de los peritos que analizaron la escena del hecho, fundamentalmente
en relación al análisis balísticos que pudo establecer la distancia de los
disparos y la posición de víctima y victimario
El hecho fue calificado como Abuso de armas agravado por la calidad
de funcionario público del autor de las mismas.
Teoría defensista
Graciela Conesa y Mauricio Daher son los abogados defensores del
imputado. Concordaron con lo relativo al tiempo y lugar donde sucedieron los
hechos y a los sucesos previos al episodio que se juzga: el llamado anónimo de
una vecina, la llegada de los uniformados a la plaza y la decisión de detener
como contraventores por consumir alcohol en la vía pública a dos sujetos que
estaban en el lugar. También coincidieron con la Fiscalía en que Borquez
intervino con insultos para que la detención se produjera.
La Dra. Conesa sostuvo que el denunciante estaba con otras dos personas
cuando amenazó e insultó al personal policial procurando impedir la labor
policial y vociferando "no te dejes llevar por este milico".
Según el relato de la letrada, su defendido le pidió a Joel Borquez
que no intervenga, que no era con él la actuación. Fue entonces cuando el
damnificado intentó arrebatarle la escopeta y se produjo el primer disparo a
causa del forcejeo. A continuación Borquez incitó la participación de otras
personas que lo acompañaban, buscaron elementos contundentes para agredir y fue
en ese contexto que se produjeron los demás disparos.
"Estas circunstancias más el
conocimiento de alto grado de peligrosidad de Borquez, a pesar de su corta edad
-circunstancia ampliamente conocida por la policía del lugar y de la provincia-
mas la rapidez con la que se desarrolló el evento, la cercanía en que se
encontraban las personas involucradas y la utilización de los medios menos
gravosos que tenía el imputado a su alcance. Entendemos que tenía una causa de
justificación que determinará la absolución del mismo en el proceso",
concluyó la defensora.
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