RECHAZAN SOBRESEIMIENTO A UNO DE LOS IMPUTADOS
Uno de los imputados en relación a la causa que investiga el robo a una concesionaria de autos y a una mujer mayor en su vivienda presentó un pedido de sobreseimiento planteando que no hay pruebas que lo vinculen de ninguna manera a la investigación de estos hechos. El imputado pidió que si se rechaza su solicitud, se le quiten las medidas de coerción que viene sufriendo desde hace más de dos meses. La Fiscalía se opuso al sobreseimiento pero consintió el levantamiento de las medas de coerción. Así resolvió el Juez de la causa. El imputado fijaría domicilio en otra ciudad.
Se trata de la persona que había recuperado la libertad tres días después de su detención por estas causas. En aquella oportunidad se tuvo en cuenta que presentó una serie de referencias respecto de lo que había hecho en los días y horarios en que se cometieron ambos delitos y estos datos pudieron corroborarse. Si bien no se lo desvinculó de la investigación se morigeró notablemente el tipo de medidas. Desde entonces tiene prohibido acercarse a las víctimas de ambos hechos, debe informar en la portada cada vez que entra y sale de Esquel por motivos de trabajo y pedir permiso para ausentarse de la ciudad por alguna otra causa.
El pedido
A diferencia de lo usual, en que los pedidos formales son realizados por el abogado defensor, en este caso fue el propio imputado quien redactó y oralizó un extenso planteo que finalizaba con el pedido de su sobreseimiento. En él el imputado manifestó el costo personal que le significó estar procesado. “Tal vez a alguien se le ocurra que quien ha sido alguna vez condenado no podrá volver a gozar de honra y por lo tanto le cause extrañeza que yo hable de mi honra pisoteada. Sin embargo soy de los que creen y postulan que la honra se construye día a día, se destruye en un segundo y afortunadamente es posible reconstruirla cuando se tiene convicción para ello. Luego, en ese proceso de reconstrucción de mi honra, la exposición por mi sufrida por causa de todo esto ha resultado fatal. Por ello es que también creo que esta injusticia debe cesar cuanto antes y eso es lo que legalmente solicito y legítimamente exijo”, expresó el imputado.
Su alegación prosiguió en relación a su pasado en conflicto con la ley: “Es posible sí, que ya no pueda gozar de buen nombre, pues por mi propia responsabilidad he construido una historia personal que no me lo permita. Pero nadie tiene derecho a la posibilidad de reconstruir mi honor. Cuando fue el cierre de los alegatos en el juicio oral de 1996 en que fui condenado, al hacer uso de mi oportunidad de dirigirme al Tribunal, entre otras cosas dije, palabras mas o menos, ‘un hombre digno debe ser capaz de reconocer sus errores y asumir el precio de los mismos, entonces, porque soy un hombre digno, me arrepiento de mis delitos y estoy dispuesto a pagar el precio que se me imponga’. Lo he pagado y lo pago cada día al ver las puertas que se me cierran en función de mi pasado. Pero no estoy dispuesto a pagar el precio de ser permanentemente sospechado de delincuente sin que haya razones para ello, como en este caso”, planteó.
En relación a las medidas de coerción que sufre, sostuvo que cuando recuperó la libertad y se fijaron medidas sustitutivas de la prisión preventiva, estas le parecieron menores, sin embargo ahora las considera injustas. Por eso solicitó que se levanten.
El imputado se trasladaría a otra ciudad para asentarse y trabajar allí.
Rechazo Fiscal
La Dra. Fernanda Révori rechazó el pedido considerándolo formalmente improcedente por no ajustarse a los plazos previstos para la investigación en el Código Procesal Penal.
La Funcionaria resaltó que durante lo que va del proceso se han respetado todas las garantías del imputado y la Fiscalía demostró objetividad al morigerar las medidas de coerción cuando lo creyó conveniente, más allá de los plazos que inicialmente se habían dispuesto. De la misma manera, sostuvo, se hará si no se reunieran elementos suficientes para formular acusación en su contra en el plazo de ley, pidiendo su sobreseimiento.
En principio los investigadores cuentan con seis meses para concluir la etapa preparatoria del juicio, luego de los cuales podrán – si se trata de una causa compleja – solicitar la ampliación del plazo, o bien presentar la acusación pública o el pedido de sobreseimiento para quien corresponda.
La Dra. Révori consintió que se levanten las medidas de coerción vigentes, siempre que el imputado fije domicilio y se comprometa formalmente a someterse al proceso como lo viene haciendo hasta el momento.
Normal
El Dr. Jorge Criado consideró que es normal que una persona sometida al poder coercitivo del Estado sufra perjuicios, pero mas allá de esto que es inevitable, el imputado estuvo debidamente asesorado por un Defensor y todo lo que se decidió en relación a él, controlado por un Juez de Garantías en el corto plazo que lleva el proceso. Por esta causa y por considerar que en esta etapa solo la Fiscalía puede solicitar el sobreseimiento de un imputado, rechazó el planteo.
El Juez consintió el levantamiento de las medidas de coerción vigentes.
Los hechos investigados
Según lo que se comunicó a los imputados en la audiencia de formalización de la investigación, el primero de los hechos investigados ocurrió el sábado 6 de septiembre, aproximadamente a las 21 hs. en un domicilio de Rivadavia al 1400. Tres hombres irrumpieron violentando la puerta trasera. Llevaban al menos un arma de fuego de puño y sus rostros y manos cubiertas. Agredieron e intimidaron a la dueña de casa, una mujer mayor. Con este accionar lesionaron a la víctima, las lesiones resultantes aun no fueron calificadas por los profesionales médicos, sin embargo por tratarse de una mujer de avanzada edad, podrían revestir un carácter grave.Los malhechores amenazaron y golpearon a la mujer en su rostro exigiéndole dinero. Lograron hacerse de una suma cercana a los $5 mil, además de joyas de oro. Antes de retirarse del lugar llevaron a la dueña de casa a una habitación, le ataron sus manos en la espalda y la dejaron allí. Mas tarde ella lograría liberarse por sus propios medios y buscar ayuda de una vecina.La Fiscalía estima que la huída se los asaltantes se produjo en un vehículo que estaba en el lugar sirviendo de apoyo con un conductor.
El hecho se calificó en forma provisoria como Robo doblemente calificado, por el empleo de arma de fuego y por su comisión en lugar poblado y en banda. También se anticipó que, según la evolución de la investigación, podría imputarse en concurso real o ideal, con Privación ilegal de la libertad agravada por ser la víctima de una persona mayor y por el uso de violencia.El segundo hecho ocurrió al día siguiente, el domingo a las 21 hs. en la agencia de automotores ubicada en Av. Fontana al 600, Esquel. Dos hombres accedieron al local, ya cerrado al público, utilizando al menos un arma de fuego de puño y un cuchillo de grandes dimensiones. Llevaban los rostros cubiertos con capuchas y cuellos, y sus manos con guantes. Sorprendieron al sereno golpeándolo en su rostro, lo tiraron al piso boca abajo y lo ataron con alambres en ambos pies y ambas manos, tapándole la cabeza con una campera.Amenazaron de muerte a su víctima, empleando las armas, y le exigieron la llave del portón, subiendo paralelamente el volumen del televisor. Llegó un amigo de la víctima, lo hicieron ingresar y lo redujeron. Después de esto, con elementos apropiados que llevaban a este fin, y manteniendo comunicación con otras personas mediante equipos de comunicación, revisaron el lugar buscando elementos de valor. Finalmente violentaron una caja fuerte con una amoladora con disco de corte o similar y se llevaron un estereo con MP3 y CD y una caja metálica recaudadora color verde con duplicados de llaves de vehículos y documentación a cobrar de la empresa.Los sujetos salieron del lugar y se dieron a la fuga en la Chevrolet Luv blanca que los esperaba a metros de la puerta con un conductor al volante.La Fiscalía calificó el hecho como Robo calificado por el empleo de arma de fuego y por su comisión en poblado y en banda.
Uno de los imputados en relación a la causa que investiga el robo a una concesionaria de autos y a una mujer mayor en su vivienda presentó un pedido de sobreseimiento planteando que no hay pruebas que lo vinculen de ninguna manera a la investigación de estos hechos. El imputado pidió que si se rechaza su solicitud, se le quiten las medidas de coerción que viene sufriendo desde hace más de dos meses. La Fiscalía se opuso al sobreseimiento pero consintió el levantamiento de las medas de coerción. Así resolvió el Juez de la causa. El imputado fijaría domicilio en otra ciudad.
Se trata de la persona que había recuperado la libertad tres días después de su detención por estas causas. En aquella oportunidad se tuvo en cuenta que presentó una serie de referencias respecto de lo que había hecho en los días y horarios en que se cometieron ambos delitos y estos datos pudieron corroborarse. Si bien no se lo desvinculó de la investigación se morigeró notablemente el tipo de medidas. Desde entonces tiene prohibido acercarse a las víctimas de ambos hechos, debe informar en la portada cada vez que entra y sale de Esquel por motivos de trabajo y pedir permiso para ausentarse de la ciudad por alguna otra causa.
El pedido
A diferencia de lo usual, en que los pedidos formales son realizados por el abogado defensor, en este caso fue el propio imputado quien redactó y oralizó un extenso planteo que finalizaba con el pedido de su sobreseimiento. En él el imputado manifestó el costo personal que le significó estar procesado. “Tal vez a alguien se le ocurra que quien ha sido alguna vez condenado no podrá volver a gozar de honra y por lo tanto le cause extrañeza que yo hable de mi honra pisoteada. Sin embargo soy de los que creen y postulan que la honra se construye día a día, se destruye en un segundo y afortunadamente es posible reconstruirla cuando se tiene convicción para ello. Luego, en ese proceso de reconstrucción de mi honra, la exposición por mi sufrida por causa de todo esto ha resultado fatal. Por ello es que también creo que esta injusticia debe cesar cuanto antes y eso es lo que legalmente solicito y legítimamente exijo”, expresó el imputado.
Su alegación prosiguió en relación a su pasado en conflicto con la ley: “Es posible sí, que ya no pueda gozar de buen nombre, pues por mi propia responsabilidad he construido una historia personal que no me lo permita. Pero nadie tiene derecho a la posibilidad de reconstruir mi honor. Cuando fue el cierre de los alegatos en el juicio oral de 1996 en que fui condenado, al hacer uso de mi oportunidad de dirigirme al Tribunal, entre otras cosas dije, palabras mas o menos, ‘un hombre digno debe ser capaz de reconocer sus errores y asumir el precio de los mismos, entonces, porque soy un hombre digno, me arrepiento de mis delitos y estoy dispuesto a pagar el precio que se me imponga’. Lo he pagado y lo pago cada día al ver las puertas que se me cierran en función de mi pasado. Pero no estoy dispuesto a pagar el precio de ser permanentemente sospechado de delincuente sin que haya razones para ello, como en este caso”, planteó.
En relación a las medidas de coerción que sufre, sostuvo que cuando recuperó la libertad y se fijaron medidas sustitutivas de la prisión preventiva, estas le parecieron menores, sin embargo ahora las considera injustas. Por eso solicitó que se levanten.
El imputado se trasladaría a otra ciudad para asentarse y trabajar allí.
Rechazo Fiscal
La Dra. Fernanda Révori rechazó el pedido considerándolo formalmente improcedente por no ajustarse a los plazos previstos para la investigación en el Código Procesal Penal.
La Funcionaria resaltó que durante lo que va del proceso se han respetado todas las garantías del imputado y la Fiscalía demostró objetividad al morigerar las medidas de coerción cuando lo creyó conveniente, más allá de los plazos que inicialmente se habían dispuesto. De la misma manera, sostuvo, se hará si no se reunieran elementos suficientes para formular acusación en su contra en el plazo de ley, pidiendo su sobreseimiento.
En principio los investigadores cuentan con seis meses para concluir la etapa preparatoria del juicio, luego de los cuales podrán – si se trata de una causa compleja – solicitar la ampliación del plazo, o bien presentar la acusación pública o el pedido de sobreseimiento para quien corresponda.
La Dra. Révori consintió que se levanten las medidas de coerción vigentes, siempre que el imputado fije domicilio y se comprometa formalmente a someterse al proceso como lo viene haciendo hasta el momento.
Normal
El Dr. Jorge Criado consideró que es normal que una persona sometida al poder coercitivo del Estado sufra perjuicios, pero mas allá de esto que es inevitable, el imputado estuvo debidamente asesorado por un Defensor y todo lo que se decidió en relación a él, controlado por un Juez de Garantías en el corto plazo que lleva el proceso. Por esta causa y por considerar que en esta etapa solo la Fiscalía puede solicitar el sobreseimiento de un imputado, rechazó el planteo.
El Juez consintió el levantamiento de las medidas de coerción vigentes.
Los hechos investigados
Según lo que se comunicó a los imputados en la audiencia de formalización de la investigación, el primero de los hechos investigados ocurrió el sábado 6 de septiembre, aproximadamente a las 21 hs. en un domicilio de Rivadavia al 1400. Tres hombres irrumpieron violentando la puerta trasera. Llevaban al menos un arma de fuego de puño y sus rostros y manos cubiertas. Agredieron e intimidaron a la dueña de casa, una mujer mayor. Con este accionar lesionaron a la víctima, las lesiones resultantes aun no fueron calificadas por los profesionales médicos, sin embargo por tratarse de una mujer de avanzada edad, podrían revestir un carácter grave.Los malhechores amenazaron y golpearon a la mujer en su rostro exigiéndole dinero. Lograron hacerse de una suma cercana a los $5 mil, además de joyas de oro. Antes de retirarse del lugar llevaron a la dueña de casa a una habitación, le ataron sus manos en la espalda y la dejaron allí. Mas tarde ella lograría liberarse por sus propios medios y buscar ayuda de una vecina.La Fiscalía estima que la huída se los asaltantes se produjo en un vehículo que estaba en el lugar sirviendo de apoyo con un conductor.
El hecho se calificó en forma provisoria como Robo doblemente calificado, por el empleo de arma de fuego y por su comisión en lugar poblado y en banda. También se anticipó que, según la evolución de la investigación, podría imputarse en concurso real o ideal, con Privación ilegal de la libertad agravada por ser la víctima de una persona mayor y por el uso de violencia.El segundo hecho ocurrió al día siguiente, el domingo a las 21 hs. en la agencia de automotores ubicada en Av. Fontana al 600, Esquel. Dos hombres accedieron al local, ya cerrado al público, utilizando al menos un arma de fuego de puño y un cuchillo de grandes dimensiones. Llevaban los rostros cubiertos con capuchas y cuellos, y sus manos con guantes. Sorprendieron al sereno golpeándolo en su rostro, lo tiraron al piso boca abajo y lo ataron con alambres en ambos pies y ambas manos, tapándole la cabeza con una campera.Amenazaron de muerte a su víctima, empleando las armas, y le exigieron la llave del portón, subiendo paralelamente el volumen del televisor. Llegó un amigo de la víctima, lo hicieron ingresar y lo redujeron. Después de esto, con elementos apropiados que llevaban a este fin, y manteniendo comunicación con otras personas mediante equipos de comunicación, revisaron el lugar buscando elementos de valor. Finalmente violentaron una caja fuerte con una amoladora con disco de corte o similar y se llevaron un estereo con MP3 y CD y una caja metálica recaudadora color verde con duplicados de llaves de vehículos y documentación a cobrar de la empresa.Los sujetos salieron del lugar y se dieron a la fuga en la Chevrolet Luv blanca que los esperaba a metros de la puerta con un conductor al volante.La Fiscalía calificó el hecho como Robo calificado por el empleo de arma de fuego y por su comisión en poblado y en banda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario