viernes, 22 de agosto de 2014

De guardia

NI MÉDICOS NI BOMBEROS, EL EQUIPO DEL SAVD

Tres psicólogas, dos asistentes sociales y una abogada son las profesionales que conformar el equipo del Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito en Esquel. En El Hoyo hay otros dos profesionales que trabajan con los casos de la Comarca. Siempre hay profesionales de guardia dispuesto a intervenir en situaciones de crisis provocadas por la consumación de un delito. El SAVD es un organismo auxiliar fundamental para el Ministerio Público y particularmente para el fiscal de turno.

En una entrevista las Licenciadas Paola Bravo (psicóloga) y Teresa Antiñanco (asistente social) nos cuentan como es una guardia del SAVD, cómo se organizan, en qué consiste la intervención en crisis y en definitiva, de qué se trata la asistencia que ofrecen a una persona que se encuentra bajo los efectos del trauma.

El profesional que lleva consigo durante una semana el teléfono de guardia sabe que puede sonar en cualquier momento y que la demanda puede provenir de alguna zona próxima a su vivienda o de alguna localidad o paraje a mas de 200 km. Ese teléfono ordenará su vida durante siete días, bajo la luz del sol y también a lo largo de toda la noche. La demanda de intervención es muy variable. Hay meses del año donde se concentra más decididamente, fundamentalmente cuando coincide con períodos de vacaciones y eventos festivos.

La violencia familiar y de género se lleva el primer lugar en las estadísticas, desproporcionadamente frente al resto de situaciones por las que se convoca al Servicio. Últimamente secundado en el orden de demanda por los accidentes de tránsito. Una forma específica de violencia de género, las denuncias de abusos sexuales también reclamaron asistencia en estos meses. Delitos que en las estadísticas de la Fiscalía resultan de los más numerosos, como los cometidos contra la propiedad, son los que menos se reflejan en el SAVD. "Depende de la persona, en algunos casos aunque no sean con violencia los robos (los damnificados) también se sienten traumados", explicó Bravo.
En las investigaciones por lesiones graves y gravísimas, el SAVD es requerido y fueron varias las intervenciones realizadas a ese respecto.

Las guardias

En El Hoyo al ser dos los profesionales tienen una organización propia, en tanto que en Esquel cada profesional toma la guardia durante una semana de miércoles a miércoles. Si la guardia recae en una asistente social o la abogada, habrá una psicóloga de guardia pasiva en espera de ser requerida ante los casos más graves. Si la demanda por casos de gravedad se duplica, se convocará a más profesionales para dar respuesta.

Los profesionales del SAVD de la delegación de la Comarca son parte del mismo equipo pero trabajan independientemente en relación a las situaciones que ocurren en su zona. Hay situaciones victimológicas que se producen, por ejemplo en Esquel pero las víctimas son de la zona de la comarca o viceversa. En esos casos el abordaje en urgencia se realiza con los profesionales del lugar donde sucedió y luego la continuidad de la asistencia con los profesionales de su lugar de residencia.

Intervención en crisis

"El primer contacto siempre es de intervención en crisis, sea el delito que sea. Como el equipo es interdisciplinario estamos todas preparadas, más allá de la especialidad, sobre cómo abordar y asistir en ese primer momento. Dependiendo de la situación se intenta abordar en primer lugar todo lo necesario desde el área de salud y luego viene el acompañamiento", relató Bravo.
La psicóloga diferencia la situación de crisis generada por un homicidio respecto de las otras. En su experiencia "el homicidio es muy particular porque más que contención es necesario darle asesoramiento inmediato. Es una situación que genera tanto desprotección como necesidad de alguien que les explique qué sigue. Un hecho inesperado modifica todo. Servimos un poco como ordenador de lo que va a venir. Contenemos, llamamos a los familiares…"

Sistematicidad

La Procuración General propició en los últimos años la sistematización del trabajo del Ministerio Público Fiscal mediante distintos protocolos. Algunos de ellos, fundamentalmente los de Abuso Sexual y el de Violencia de Género, contribuyeron decididamente en la tarea del SAVD. "El de violencia que es el último que se modificó, en estos primeros meses de prueba, como equipo nos resulta muy eficaz. Incitamos a que se modificara, entre otros motivos porque antes generábamos una asistencia en momento de crisis ante la denuncia por violencia familiar y luego como muchas de ellas no configuraban delito, no se tramitaban en la fiscalía sino que pasaban al juzgado de familia. Nosotros quedábamos con una intervención sin continuidad. Generábamos un contacto que después se perdía. Ese primer rapport suele ser el más importante, debería ser continuado por la persona o el equipo que lo generó y nosotros no teníamos ningún proceso penal que avale la continuidad de nuestra asistencia. Ahora solo vamos a intervenir en procesos en los que se generen legajos, lo que nos da más tranquilidad y hace que no trabajemos de forma aislada como pasaba anteriormente", indicó Bravo.

Este protocolo incluye la aplicación de un test reglado cuya finalidad es medir el riesgo al que está expuesta la víctima, fundamental para estructurar la investigación y decidir las medidas de protección más adecuadas.
"Que haya un protocolo tranquiliza, orienta. La persona cuando está desinformada es cuando más temor tiene. A medida que se avanza con el protocolo nosotras vamos informando para qué son esos pasos", señaló.
Algo similar sucede con el dispositivo de Abuso Sexual, su implementación permite asegurar las pruebas para realizar una investigación exitosa y proteger la salud de la damnificada ante enfermedades de transmisión sexual y embarazos no queridos.

"Cada persona vive las situaciones delictivas de forma diferente. Algunos quedan más paralizados. Hay quienes se sienten abiertos a recibirnos y hay otros que no. Lo importante siempre es informarles a qué vamos, cuál es nuestro rol", concluyó la psicóloga.

El SAVD trabaja con un Modelo de Atención Integral en forma interdisciplinaria ofreciendo asesoramiento jurídico respecto del proceso penal, asistencia y gestión social, facilitando el contacto de las víctimas con los recursos institucionales disponibles; asistencia psicológica para transitar un proceso hacia la superación de los efectos dañosos del delito, y acciones de carácter preventivo como capacitación y concientización en relación a la problemática victimológica.
Es un servicio gratuito y confidencial del Ministerio Público Fiscal para atender a las personas que fueron víctimas de un delito, sus familiares y seres queridos. 

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