"Ni una mujer menos, ni una muerta más" escribía Susana
Chávez, poetisa y activista mexicana, asesinada en 2011 por denunciar crímenes
contra las mujeres en México. Hoy a las 17 hs. se realizarán marchas en todo el
país bajo esta consigna que nació en las redes sociales. La Procuración General
hizo de la perspectiva de género uno de sus ejes de política criminal,
plasmándolo en instrucciones de aplicación obligatoria en la Institución desde
el año 2008, además de involucrarse activamente en la capacitación de sus
operadores propiciando el cambio de paradigma en la Justicia.
La Argentina asumió compromisos
internacionales destinados a prevenir, sancionar y erradicar la violencia de
género. Esos compromisos deben ser materializados en normas, procedimientos y
prácticas acordes. En esta línea la Procuración General de Chubut desarrolló diferentes
protocolos de intervención para las situaciones que demandan su intervención en
cuestiones tales como delitos contra la integridad sexual (Inst. 02/2008 PG),
trata de personas (Inst. 06/2009 PG), relación de las Fiscalías con las
Comisarías de la Mujer (Inst. 02/2011 PG), abuso sexual y violencia de género
(Int. 06/2012 PG) y violencia familiar (Inst. 01/2014 PG).
Detrás de la normativa hay algo mucho
más profundo y complejo, un cambio de paradigma que debe traducirse en todos
los ámbitos de la sociedad, en definitiva en la cultura. Este aspecto, el de
fondo, es el que más tiempo demandará porque depende de la subjetividad de
todos y cada uno de los actores sociales. Estamos viviendo un momento de
transición.
El Procurador General, Jorge Luis
Miquelarena, promovió el análisis de los casos a la luz de la perspectiva de
género, facilitando esta tarea con herramientas concretas plasmadas en los
protocolos de actuación. En definitiva lo que intentan los protocolos es crear
las condiciones necesarias para que las situaciones conflictivas puedan ser
analizadas sin condicionantes propios del paradigma machista, libres de
prototipos y con conocimiento de las particularidades del ciclo de la violencia
sostenido en diferencias de género.
Desacreditar a la víctima es parte del círculo de la
violencia de género, una de las estrategias del
sometimiento que se basa principalmente en que ella misma termine por
desconfiar de sus percepciones, por naturalizar la violencia, por asimilar el
rol que le es asignado y sentirse culpable del maltrato. En paralelo desciende
la autoestima de la mujer, se aísla, se silencia y, si se anima a denunciar, el
miedo a "algo", al fantasma de una situación de desamparo, la lleva a
retractarse. La retractación es un indicador más de la violencia de género. La problemática social de la violencia debe ser
abordada de forma interinstitucional e interdisciplinaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario