La Fiscalía pidió doce meses la Defensa uno
Se realizó este viernes el debate en el caso que se tramitó
con el procedimiento de juicio rápido. Las partes solo discutieron la pena a imponer
ya que el imputado reconoció la autoría. El Fiscal considera que el imputado
tuvo reiteradas oportunidades de internalizar las normas y no lo hizo. El
defensor planteó que una pena proporcional al hecho juzgado es la de un mes de
prisión.
La decisión del juez José Colabelli se conocerá el lunes 19
a las 12 hs. Burgueño no quiso estar en la sala mientras se celebraba el
juicio. Luego de la presentación del caso por la Fiscalía, se exaltó contra el
fiscal, dijo que se quería ir y permaneció el resto del debate en una sala
continua.
El hecho tuvo lugar el 7 de septiembre. Dos meses después se
realiza el debate. Sin lugar a dudas el caso no es el que encontró una
resolución judicial más rápida en la circunscripción. Existen varios casos que
finalizaron en conciliación el mismo día en que se cometió el hecho e incluso
un juicio abreviado en el que el imputado fue condenado un día después de
cometido el robo en un comercio céntrico.
El caso que ahora se juzga, podría haberse resuelto antes
con un juicio abreviado ya que Pablo Samuel Burgueño, detenido en flagrancia,
reconoció en audiencia pública la autoría. Sin embargo no hubo acuerdo entre la
Fiscalía y la Defensa sobre la pena que debía aplicarse y respecto de este único
punto es que se debatió en el juicio.
El lunes 7 de septiembre, Burgueño fue a una audiencia en el
marco de una investigación que finalizó la semana pasada con un juicio
abreviado en el que las partes acordaron una pena de diez meses de prisión
efectiva. Como llegó temprano a la audiencia, ingresó a la zona de las oficinas
de los jueces penales, habló con una
juez de cámara a la que le planteó que estaba pasando un mal momento y
ella le dio algo de dinero. Al irse vio vacía la oficina de otra juez, ingresó
y sustrajo una notebook con el cargador y el mouse, para darse a la fuga.
Al volver la magistrada a su oficina notó inmediatamente el
faltante, preguntó y le indicaron que había estado Burgueño por el lugar. Los policías
de seguridad del edificio salieron en su búsqueda alcanzándolo muy cerca de los
Tribunales. Al momento de la detención se cayó la computadora portátil, de
entre la ropa del imputado.
Con la evidencia de la flagrancia, Burgueño se reconoció
autor del hurto. La Fiscalía, valoró que no requería mayor trámite la
investigación y solicitó que se habilite el procedimiento de juicio rápido.
Exaltado
Fernando Rivarola presentó la prueba respecto de la que
existió un acuerdo con la defensa. En el contexto de esa prueba leyó las ocho
hojas enviadas por el Registro Nacional de Reincidencia, en la que figuran
condenas por encubrimiento, robo en poblado y en banda, lesiones leves,
desobediencia, lesiones leves agravadas por el vínculo y hurto.
Cuando el juez le dio la palabra a Burgueño, este comenzó a
referirse de modo prepotente hacia el fiscal. El juez le pidió que se dirija
con respeto pero Burgueño continuó en la misma línea, diciendo que reconoce
este hecho pero que de todo lo demás que se dijo hay cosas que no son ciertas,
que a él se le hizo mucho daño. En medio de agravios dijo que quería irse de la
audiencia y, con la autorización de Colabelli, los policías lo condujeron a la
sala contigua.
La discusión por la pena
La escala penal para el delito de tentativa de hurto va de
15 días a 16 meses de prisión. El fiscal consideró que la pena justa para este
caso es la de 12 meses de prisión. Para decidirlo tuvo en cuenta que Burgueño
cometió este hecho cuando estaba gozando de libertad asistida, con claras
reglas de conducta que incumplió. Estaba en los tribunales para asistir a una
audiencia penal previa a un juicio que debía enfrentar en su contra. Había
pasado ya por varios procesos penales. Estaba en un edificio que cuenta con
custodia policial y que es justamente el lugar en el que se establecen
sanciones a las conductas contrarias a la ley. Había sido recibido y ayudado
por una juez penal, y pese a todo eso no dudó en cometer un nuevo delito. En
ese contexto y teniendo en cuenta que ya es un hombre de 30 años, al que es
exigible mayor internalización de las normas que a un adolescente, Rivarola
fijó su pretensión punitiva en 12 meses, más una nueva declaración de
reincidencia.
Por su parte el Defensor Marcos Ponce pidió que la pena se
ajuste proporcionalmente al delito. Para esto detalló varios fallos en los que
las penas por hurto fueron fijadas en un mes de prisión. También indicó que la
justicia de la pena va de la mano con su efectividad para cumplir con el fin
resocializador e interpretó que no es esperable que cumpla tal fin en el modo
en que se llevaría a cabo en el caso. También señaló que no hubo un perjuicio
concreto por el hecho porque la computadora fue recuperada. Como conclusión de
su análisis pidió que se aplique la pena de 1 mes de prisión más la declaración
de reincidencia.
El rol de víctima
En este caso las víctimas fueron la juez Carina Estefanía y
la Administración Pública Provincial porque la computadora pertenece al Poder
Judicial. En su carácter de víctima, la juez Estefanía hizo uso de la palabra.
"Solamente quiero sumar algunas cuestiones que tienen que ver con este hecho
y con la respuesta que espero que el Poder Judicial pueda darle no solo a mí
como víctima sino también a la administración pública y a la sociedad",
indicó. La magistrada habló sobre un cambio en la delincuencia actual que
comienza a cometer hechos que a nadie se le hubieran ocurrido. También sostuvo
que lo que la gente le transmite en cada lugar que va, es que si le roban a un
juez en su despacho "qué queda para el resto de las personas".
"Este hecho exacerba ese sentimiento de inseguridad que tiene la
población", indicó. A su criterio la mejor respuesta para el caso es que
la justicia actúe rápido. En otro tramo de su alocución señaló que no sabe si
la pena que se le aplique a Pablo Burgueño va a resolver el problema de su
historia vital "la comisión reiterada de delitos contra la propiedad, ello
porque advierto que si bien reconoce la autoría no se le representa como un problema
propio".
Estefanía señaló que Burgueño es un claro ejemplo de las
deficiencias del Estado a la hora de hacer todo lo posible para que la pena
tenga un efecto resocializador.
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