El hecho ocurrió el sábado a la noche, la víctima falleció estando
internada en el hospital varias horas después. El domingo se realizaron
allanamientos y la detención de cinco personas presuntamente vinculadas
al hecho. Este lunes se realizó la audiencia de formalización de la
investigación y, a pedido de la Fiscalía, se dispuso la prisión
preventiva de los cinco imputados por un plazo de sesenta días.
La detención de los cinco imputados se produjo a partir de una orden
judicial, solicitada por la Fiscalía y autorizada por el juez de turno,
simultáneamente a los allanamientos. Los cinco detenidos fueron llevados
el lunes al mediodía a los Tribunales de Esquel, sin embargo la
audiencia se demoró algo más de una hora. En ese tiempo tomaron contacto
con defensores públicos y fueron asesorados.
La sala 2 de los Tribunales estaba colmada en su capacidad. El
silencio del público dejaba escuchar por momentos el llanto contenido de
los familiares de la víctima.
El hecho
La funcionaria de Fiscalía Julia Mateos describió el hecho indicando
que ocurrió el sábado aproximadamente a las 21.30 hs. Cuándo un grupo de
personas integrado entre otros por los cinco imputados, de dirigió a un
mercado del Barrio Estación donde sabían que estaba Javier Millacán
consumiendo bebidas alcohólicas junto a otras personas. Allí le dieron
muerte mediante el uso de, al menos, un arma de fuego y un arma blanca,
piedras, golpes de puño y patadas, ocasionándole múltiples heridas que
horas después le produjeron la muerte mientras estaba internado en el
HZE.
Mateos explicó que la autopsia no había concluido al inicio de la
audiencia, sin embargo en una comunicación telefónica, la médica forense
adelantó que la muerte se produjo a partir de múltiples heridas, 13 de
ellas con arma blanca, algunas en abdomen y en otras zonas del cuerpo.
También presentaba hematomas incluso en el cráneo. Provisoriamente, el
hecho fue calificado como homicidio calificado por el concurso
premeditado de dos o más personas.
El Ministerio Público Fiscal contará con el plazo de seis meses para finalizar la investigación penal preparatoria.
La prisión preventiva
La Defensa no cuestionó la detención, ni la apertura de la
investigación. La discusión entre las partes se produjo al momento en la
que Fiscalía requirió al juez la imposición de prisión preventiva para
todos los imputados por un plazo de dos meses.
El pedido se basó en los peligros de fuga y entorpecimiento procesal.
Entre otros aspectos, la acusadora planteó que aun resta determinar con
certeza si hubo otras personas que también hayan participado de la
agresión homicida. También se refirió a la necesidad de proteger a los
testigos y de asegurar la investigación, resaltó la gravedad y
características del hecho y la particularidad del caso ya que la
víctima, su familia y los imputados, son vecinos.
La Defensa se dividió, Bruno Deias representó a cuatro de los
imputados y Valeria Ponce al quinto. Ambo se opusieron al dictado de la
medida. Sostuvieron que la sola gravedad del hecho no es suficiente para
dictar un encarcelamiento preventivo y es obligación del juez buscar
alternativas a la medida cautelar más gravosa que ofrece el Código.
También se refirieron al arraigo de los acusados en la ciudad y a los
lazos familiares y laborales que garantizan su permanencia. Valeria
Ponce se basó en la declaración de su defendido para señalar que la
situación de este se diferencia con la del resto ya que sostiene que no
participó de la acción homicida, sino que simplemente estaba en el
lugar. La defensora ofreció un domicilio en otro barrio para que el
imputado mude su lugar de residencia y evite contacto con testigos y
demás imputados.
Peligro de fuga y entorpecimiento procesal
Martín Zacchino dispuso la prisión preventiva por sesenta días. El
magistrado entendió que las características del hecho hacen presumir que
los imputados no se someterían al proceso en libertad. La intensidad
con que fue cometido el hecho es relevante a la hora de disponer una
prisión preventiva, quien decide cometer un hecho de esas
características, más aun puede incidir sobre testigos, amenazar,
ocultar, incluso fugarse (Zacchino). El juez tuvo en cuenta también la
posibilidad de que hubiera más personas involucradas en el hecho, que
aun no fueron llevadas a proceso e indicó que debe "analizar la decisión
de la prisión preventiva ponderando todos los elementos en conjunto y
no de modo aislado". Así, sostuvo que el arraigo de los imputados,
frente a una amenaza de pena de prisión perpetua, es débil.
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